Sapa, socio del Gobierno en Indra, se cuela entre los grandes receptores de fondos UE
Sapa, dirigida por Jokin Aperribay, entró con un 5% en la cotizada Indra coincidiendo con el golpe del Gobierno Sánchez para redirigirla hacia la industria militar
La lista de los 100 grandes receptores de fondos europeos adjudicados por el Gobierno central va mayoritariamente a entidades y empresas públicas: hasta un 80% del dinero adjudicado es para proyectos ganados por el sector público. Hay en este listado, por lo tanto, pocas empresas industriales privadas (principal objetivo del programa). Pero entre estos últimos destaca Sapa, uno de los socios clave del Gobierno en Indra, y aliado clave del Ejecutivo de Pedro Sánchez en el golpe de timón realizado en la cotizada para redirigirla al sector de la Defensa.
Sapa Operaciones es adjudicataria de ayudas por 10,3 millones de euros, según consta en el listado remitido por el Gobierno este viernes por la tarde. Los fondos proceden previsiblemente de su participación en los programas de PERTE para el vehículo eléctrico. Pero resulta que el grupo guipuzcoano, a través de Sapa Placencia, es dueña del 5% de la cotizada Indra, y ha sido un aliado clave en el golpe del Gobierno en la Ibex, quien ha través de la SEPI ha intervenido la compañía para alejarla de los objetivos tecnológicos y convertirla en un Campeón Nacional de Defensa, un fabricante militar al servicio de las necesidades del Estado.
Sapa, de los Aperribay, elemento de confianza del PNV
El consejero delegado de Sapa es Jokin Aperribay, también presidente del club de futbol Real Sociedad. Lleva los mandos de la empresa familiar, una industrial vasca especializada en armamento y que ha tenido al Ejército como principal cliente en los últimos años. También ha sido un elemento clave de confianza en el PNV. Sapa es accionista de Indra pero también de ITP Aero, empresa adquirida por Indra recientemente y donde el Gobierno vasco ha comprado también una participación para formar parte de un nuevo polo en la industria militar.
Sapa aterrizó en Indra en 2021 con la compra de un 5% de los participaciones, gracias a un préstamo de valores de Deutsche Bank. Fue la forma elegida para dar entrada en la Ibex a un empresa alineada con los nuevos intereses militares de los accionistas aunque sin capital suficiente para llevar a cabo esta operación por su cuenta.
Otro de los socios de Indra es Escribano, que acaba de completar la adquisición hasta el 8% de la tecnológica española, también gracias a una operación financiada en este caso por JP Morgan, como adelantó en exclusiva ECONOMÍA DIGITAL. El objetivo de Escribano Mechanical Engineering es alcanzar el 10%.
La entrada de ambos grupos industriales es posterior al inicio del terremoto interno en Indra. En mayo de 2021, el Gobierno de Pedro Sánchez fuerza la destitución del presidente de Indra, Fernando Abril Martorell, reacio a aceptar el cambio de rumbo de la compañía con la compra de ITP Aero. Su puesto fue ocupado por Marc Murtra, ex jefe de gabinete de Joan Clos cuando fue ministro de Industria. Clos fue también alcalde de Barcelona entre 1997 y 2006. Su sucesor fue Jordi Hereu, también PSC, y ahora ministro de Industria en el nuevo Gobierno de Pedro Sánchez.
Sapa adquirió entonces un 5% en detrimento de Corporación Alba, entonces segunda accionista de la compañía. La crisis interna en la compañía siguió con la salida de cinco consejeros independientes en 2022 y la renuncia también de su consejero delegado, Ignacio Mataix, en 2023, quien ha sido sustituido por José Vicente de los Mozos. Escribano anunció este año su entrada con el 3% en Indra y su objetivo de alcanzar el 10%. Lo hizo gracias al banco de inversión JP Morgan.
Nuevo rumbo en Indra
Las expectativas de negocio de Indra han impulsado las expectativas del grupo e incrementado su valor en Bolsa. Indra ha superado esta semana la barrera de los 2.531 millones de euros en capitalización de mercado, la mayor valoración desde el año 2014.
El impulso de la industria de defensa tras la invasión de Ucrania por parte de Rusia y la guerra de Gaza, ha elevado las expectativas de negocio y el valor en Bolsa de Indra y del resto compañías cotizadas de defensa. Además, la empresa española se plantea la escisión o venta de su filial tecnológica Minsait.