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Aprobarlos es la excepción: Sánchez cumplirá 6 años con más días con presupuestos prorrogados que en vigor
El Gobierno estrena el curso político entre dudas de si podrá sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado, contemplando incluso la cuarta prórroga para Sánchez
El Gobierno de Pedro Sánchez estrena septiembre, con el inicio pleno del curso político, con pocas certezas. El año pasado a estas alturas las dudas estaban, con un Ejecutivo en funciones, en si el líder socialista lograría convencer a Junts para conseguir su investidura. El ‘leitmotiv’ con el que recibimos la actividad política tras el verano será si los partidos catalanes (Junts y ERC) permitirán que salgan adelante los Presupuestos.
En público el Gobierno insiste en que cumplirá en tiempo y forma con el trámite para las nuevas Cuentas públicas, presentando el proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) antes de que termine septiembre. Pero, en privado, fuentes del Ejecutivo reconocen que las alianzas a izquierda y derecha son complejas y que puede ser necesaria la segunda prórroga presupuestaria consecutiva.
Sánchez, después de dar carpetazo al borrador de Presupuestos para 2024 que estaba elaborando Hacienda por el adelanto electoral en Cataluña, podría dar paso a la cuarta prórroga presupuestaria en los seis ejercicios que lleva como presidente.
En 2018 Sánchez llegó a La Moncloa con unas cuentas recién aprobadas por el Gobierno del Partido Popular que tuvo que asumir después como propias. Los Presupuestos de Cristóbal Montoro fueron prorrogados en 2019, cuando decayeron las primeras elaboradas por María Jesús Montero, y también en 2020, cuando la emergencia sanitaria por la pandemia evitó que la coalición de PSOE y Unidas Podemos pudieran hacer las suyas propias.
No fue hasta 2021 cuando Pedro Sánchez consiguió hilvanar sus primeros Presupuestos, que reeditó en 2022 y en 2023. Es decir, tres presupuestos para seis años de mandato.
La renuncia a presentar unos presupuestos en 2024 hará que a finales de año Pedro Sánchez sume 1.000 días de mandato con presupuestos prorrogados, prácticamente la mitad del tiempo que lleva en La Moncloa. En total, 1.097 días con las cuentas extendidas, por 1.095 con unos presupuestos propios (sin contar los de Montoro) en vigor.
El Ejecutivo tiene un mes para realizar un trámite que es clave: la aprobación de la senda de déficit. El Gobierno aprobó los objetivos de estabilidad (la referencia de déficit para las diferentes administraciones) antes del verano, pero el Congreso, con los votos en contra de Junts, tumbó este primer paso en las cuentas públicas.
El acuerdo del Consejo de Ministros con el techo de gasto sigue en vigor, ya que no tiene que ser refrendado en las Cortes, a diferencia de los objetivos de estabilidad. Hacienda confiaba en sacarlos adelante con facilidad, toda vez que la Ley de Paridad incluyó una modificación de la Ley de Estabilidad Presupuestaria para eliminar el veto del Senado a la senda de déficit. No contaban con el enfado de los neoconvergentes por la investidura del socialista Salvador Illa como presidente de la Generalitat.
El Gobierno fijó el techo de gasto -el límite de gasto no financiero- para los presupuestos del año que viene en los 195.353 millones de euros, sin incluir los fondos europeos. Se trata de un 3,2% más que el tope aprobado para 2024, 6.138 millones más, aunque finalmente no hubo cuentas. Incluyendo los fondos europeos, se sitúa en los 199.171 millones de euros, aunque es una variable que perderá vigor en los próximos años.
Aunque en el PSOE y en la parte socialista del Ejecutivo no descartan, en privado, una prórroga presupuestaria, en el sector de Sumar, que lidera Yolanda Díaz, urgen a sacar las nuevas cuentas para, entre otras, aprobar medidas clave, como la actualización del Iprem o el permiso paternal retribuido de ocho semanas. Lo que no parece entrar en los planes del Ejecutivo es una convocatoria adelantada de elecciones si no consigue reeditar la mayoría de la investidura.