El Gobierno sube el IVA del gas y la electricidad y mantiene los impuestos a bancos y energéticas

El Gobierno ha terminado de deshojar la margarita. Tras una reunión del Consejo de Ministros de casi tres horas de duración y después de varios días de negociación, el noveno paquete de medidas contra la inflación ha recibido la luz verde de la coalición de PSOE y Sumar, más el aval de otros socios del Gobierno, como el PNV y EH Bildu, que han de garantizar que el real decreto-ley salga adelante en el Congreso.

El Ejecutivo ha optado por prorrogar hasta junio la rebaja del IVA de los alimentos básicos del 4% al 0%, así como de otros alimentos, como la pasta o el aceite, del 10% al 5%. También ha extendido la bonificación del transporte público no solo a jóvenes y desempleados, como se anunció en un primer momento, sino manteniendo las ayudas como hasta ahora, tras las presiones de Sumar.

A cambio, el Gobierno ha retirado las rebajas de algunos impuestos a la electricidad y al gas, que llevaban en mínimos desde el inicio de la crisis energética. Así, progresivamente se irá subiendo el IVA a la electricidad y también el gravamen sobre la producción eléctrica, en tanto que los tributos sobre el gas volverán a su nivel habitual en febrero, una vez pasado lo peor del invierno.

En concreto, como han detallado desde Transición Ecológica, el IVA de la electricidad se situará al 10% durante todo el año, en tanto que el Impuesto especial de la electricidad subirá al 2,5% en el primer trimestre, para después pasar al 3,8% en el segundo. El Impuesto sobre el Valor de la Producción de la Energía Eléctrica también subirá progresivamente, pasando del 3,5% hasta marzo, al 5,25% hasta junio.

En el caso del gas natural, este se situará en el 10% durante los primeros tres meses de 2024, mientras que se mantendrá en ese nivel para los combustibles de biomasa durante toda la primera mitad del año. Los suministros de calor seguirán esa misma pauta, dependiendo de su origen fósil o renovable.

Sánchez ha anunciado la prórroga durante un año de los gravámenes a la banca y a las energéticas, aunque esto ya estaba comprometido en la ley aprobada el pasado 2022. El tributo a las energéticas experimentará una revisión a través de los Presupuestos Generales del Estado, que permitirá a las empresas energéticas deducir las inversiones estratégicas en proyectos industriales y para la descarbonización del sistema productivo del país. El presidente ha avanzado también que esta figura tributaria se revisará el próximo año para pasar a tener un carácter permanente.

El decreto incluye la prohibición de los desahucios a los más vulnerables, tras un acuerdo alcanzado con EH Bildu, así como el mantenimiento de las tarifas reguladas para comunidades de vecinos. Con el PNV, el Ejecutivo ha pactado extender el contrato relevo para la jubilación parcial en el sector manufacturero, una medida que estaba en duda, así como la cesión de los impuestos extraordinarios a la banca y energéticas.

Además, el Ejecutivo ha incluido en el texto la revalorización de las pensiones del 3,8%, para el caso de la jubilación, mayor en el caso de las de viudedad y no contributivas. También se extiende el salario mínimo interprofesional a 1.080 euros, hasta que se llegue a un acuerdo para su revalorización en 2024.

En cuanto a las medidas nuevas incluidas en el texto, el Gobierno eliminará las comisiones bancarias por la retirada de efectivo en ventanilla para las personas con discapacidad y las personas mayores, así como la cesión del ingreso mínimo vital a todas las comunidades de régimen común que lo deseen. Es decir, la vía para que Cataluña pueda reclamar su gestión, como se acordó con el president Pere Aragonés. También se extiende la prohibición del despido para las empresas que han recibido ayudas públicas, así como los ERTE a La Palma.