El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Jesús Hellín / Europa Press

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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha respondido a la pretensión de EH Bildu de fijar un salario mínimo interprofesional (SMI) propio en el País Vasco asegurando que el Ejecutivo no tiene «nada que objetar» si las «partes negociadores [patronal y sindicatos] establecen una estructura superior» en la región, aunque la regulación del mínimo de referencia sigue siendo estatal.

«El Estatuto de los Trabajadores, en su artículo 27, fija en el Gobierno de España la capacidad para decidir la cuantía del SMI, previa consulta a los agentes sociales. Esta es la cuantía mínima que opera para todos los sectores de actividad, en todos los territorios, en un principio básico que nos pide la Unión Europea, que es el de unidad de mercado», ha replicado Sánchez a la pregunta del diputado Oskar Matute.

El líder del Ejecutivo ha señalado que ese «mínimo de referencia» aplica a todo el Estado, pero «siempre que las partes negociadoras establezcan una estructura superior», el Gobierno tiene «nada que objetar». «El objetivo de este Gobierno es que los trabajadores cobren más y que las condiciones de trabajo mejoren», ha zanjado.

Matute ha reivindicado que el País Vasco pueda fijar esa propia cuantía y ha citado al secretario general de CCOO, Unai Sordo, y al vicelehendakari y consejero de Economía de Euskadi, Mikel Torres, del PSE.

Así, Matute ha asegurado que el secretario general de CCOO «dice que el SMI no debe situarse nunca por debajo del salario medio» y, en el caso de Euskadi, los actuales 1.134 euros mensuales se quedan lejos de esa referencia.

Igualmente, el diputado vasco ha recordado que Torres «dice que está a favor de un SMI que corresponda con la realidad socioeconómica del País Vasco». «¿Cómo van a hacer frente a esa disonancia?», se ha cuestionado Matute. Sánchez, que ha concentrado sus turnos de intervención en uno solo, no ha podido responder a esta última cuestión.

La formación abertzale ha asegurado que este asunto «preocupa» y ha abierto la puerta a que los territorios puedan adaptar la referencia a las realidades socioeconómicas de cada «lugar o nación». Por eso, ha reivindicado Matute la posibilidad de elevarlo en su comunidad para hacer frente a la subida del coste de la vida, de la vivienda y a unos salarios que «alcanzan cada vez para menos cosas».

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