Ribera bloquea la negociación con Iberdrola y Endesa sobre la nuclear en la recta final de la producción en España

A finales de 2024 se habrá llegado al punto de no retorno para empezar el cierre del parque nuclear español. Para 2027 debe empezar el desmantelamiento de la central de Almaraz, y todo debe estar listo. Las empresas propietarias quieren prolongar la vida útil —por motivos energéticos y económicos—, pero el Gobierno se niega si quiera a negociar, ni pensar en el impacto que esto puede tener. 

El sector nuclear español tiene abiertos varios frentes, y desde el Ministerio para la Transición Ecológica no quieren debatir sobre nada —asumen que lo pactado en 2019 con las empresas es definitivo—. Lo más inminente es la subida de un 40% de las tasas que pagan los propietarios de las centrales nucleares para la futura gestión de los residuos. 

Iberdrola y Endesa, los principales dueños; junto a Naturgy y EDP, deberán enfrentarse a un incremento de los costes que no estaba previsto.  

Desde la patronal sectorial han solicitado la información económico-financiera a Enresa —la empresa pública que se encarga de la gestión— con la que apoya esta subida de un 40% y pedido una ampliación del plazo para hacer alegaciones al Real Decreto que se encuentra en fase de consulta pública desde el pasado 13 de enero y, en principio, hasta el próximo 2 de febrero. 

Por el momento las empresas sopesan lo que hacer una vez se escuchen sus alegaciones. Lo que piden, en caso de mantener ese incremento de necesidad, es alargar la vida útil de las centrales, al menos, para seguir aumentando el fondo de Enresa y que el coste para gestionar los residuos sea menor. Pero el Gobierno no quiere sentarse a negociar. Nada. 

La hoja de ruta de la vicepresidenta Teresa Ribera está clara, y así lo ha reflejado en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC). Por ese motivo no tiene ningún interés en negociar nada con Iberdrola y Endesa. 

Un problema añadido 

Entre las motivaciones del sector nuclear para mantener activa esta tecnología recuerdan que el apagón sucesivo de las centrales a partir de 2027 podría generar un serio problema al sistema energético. 

Desde Foro Nuclear alertan que no existe la manera de sustituir la potencia de las nucleares por energía renovable sin que eso afecte a las redes y su diseño.  

En esta misma línea, la responsable de energía del PNV, Idoia Sagastizabal, que ha asegurado este martes en la comisión de energía del Congreso que es irreal tener una red eléctrica con 100% de renovables. 

Esta tesis refuerza las palabras del sector nuclear, que utilizan el argumento de su necesidad dentro del sistema. Incluso, algunas voces del sector asumen que, llegado el momento, la ministra Ribera tendrá que sentarse a negociar con las empresas nucleares porque asumirá que no es viable la opción del apagón según el calendario actual (de 2027 a 2035). 

Otro problema que deberá encarar Enresa, dependiente del Gobierno, es el inicio del desmantelamiento de siete reactores nucleares en un periodo de tiempo de ocho años.  

El estado de salud de la nuclear 

En estos momentos los siete reactores nucleares españoles en operación respaldan los argumentos: operan de forma constante y estable prácticamente el 90% de las horas del año. En 2023 han generado más del 20% de la electricidad consumida y han conseguido evitar unos 20 millones de toneladas de CO2.

Las centrales nucleares españolas han generado durante el pasado año 54.275 GWh, una cifra que representa el 20% del total de la producción eléctrica neta. Con una potencia instalada neta de 7.117 MW, tan solo el 5,71% del total, ha conseguido ser la segunda fuente de producción en España, según datos de Red Eléctrica analizados por Foro Nuclear. 

La energía nuclear es la única tecnología que lleva doce años consecutivos produciendo más del 20% de la electricidad en España. Se trata, además, de la fuente que más horas equivalentes a plena potencia ha estado operativa, concretamente el 87,06% del total de las horas del año.