Revuelta en los altos funcionarios: avisan a Óscar López de la última ‘bomba’ que le deja Escrivá

La primera intervención de Óscar López como nuevo ministro de la Función Pública estuvo cuajado de referencias a los funcionarios, a quienes quiso rendir un «homenaje» y consideró que su simple existencia se había convertido un «paradigma frente a discursos neoliberales», sobre todo después de los retos que conllevó la aparición del COVID-19 y las sucesivas crisis desde entonces.

López, que hereda la cartera del Ministerio para la Transformación Digital y de la Función Pública, también recibe una ‘bomba’ del exministro y ahora gobernador del Banco de España, José Luis Escrivá, que durante su breve mandato inició una revolución de la Administración, con vistas en la reforma, también, del sistema de acceso a los cuerpos del Estado.

Esta modificación de las oposiciones ha puesto en pie de guerra a los altos funcionarios, que llevaban tiempo elaborando un comunicado para trasladárselo al ministro Escrivá… pero que finalmente ha recibido su sucesor. La Federación de Asociaciones de los Cuerpos Superiores de la Administración General del Estado (Fedeca), que concentra a 40 agrupaciones de la élite funcionarial (Inspectores de Trabajo, Abogados del Estado, Auditores…), advierte a López del «impacto negativo significativo» que supondría llevar adelante ese proyecto.

Prueba única para todos los funcionarios

En resumen, las ideas que el equipo de Escrivá habría trasladado a los altos funcionarios pasarían por cambiar el modelo de oposición actual, con grandes exámenes de conocimiento de legislación y ejercicios prácticos adaptados a cada grupo de acceso, por una única prueba general de conocimientos, habilidades y competencias evaluadas mediante un examen tipo test, aplicable a todos los funcionarios sin distinción alguna entre los diferentes cuerpos.

Esta «transformación radical», como la denomina Fedeca, tendría como objetivo hacer frente a los retos de la Función Pública en los próximos años, ya que se aproxima una jubilación masiva en numerosos cuerpos de la Administración y una notable falta de servidores públicos para hacer frente a las tareas del Estado.

Ahora bien, tras la realización de esa única prueba, los aspirantes serían integrados en una escuela competente «donde participarían más candidatos de los que finalmente serían nombrados funcionarios de carrera».

«Ignora la especialidad de cada cuerpo»

La asociación de funcionarios reconoce que les «sorprende» que las «habilidades competenciales», donde encuadran algunas como el trabajo en equipo, vayan a ser medidas a través de un único examen de tipo test.

«Aunque Fedeca entiende que ciertos procesos selectivos podrían requerir reformas, subraya que los cambios propuestos no han sido fruto de un diálogo con el Ministerio, a pesar de las reiteradas solicitudes para participar en estos debates y ofrecer una perspectiva fundamentada en la experiencia acumulada de sus miembros», dice el comunicado acordado por las asociaciones.

Opinan que la reforma que se ha propuesto «ignora las especificidades y la especialidad de cada cuerpo» y podría suponer un «impacto negativo significativo en la en la Administración Pública y, por ende, en la sociedad y los ciudadanos, empresas y empresarios».

Lo que ya no puede frenar López es la Ley de Función Pública de la Administración del Estado, un proyecto que el Consejo de Ministros ya remitió al Congreso de los Diputados y que, de momento, se encuentra en proceso de enmiendas en la comisión. Esta norma incluye los procesos de evaluación a los funcionarios, con su posible remoción; y cuestiones como el teletrabajo o la carrera profesional de los servidores públicos.

En su primera intervención como ministro, López dejó entrever que habrá pocos cambios en la dirección del Ministerio, alabando al equipo liderado por Escrivá, por lo que se da por descontada la continuidad de Clara Mapelli como secretaria de Estado de Función Pública.

El número de empleados públicos ha aumentado mucho en los últimos años y ya superan los tres millones, entre los tres niveles de la administración. Un colectivo que ahora López, como ‘patrón’, tendrá que manejar.