¿Estarías preparado para salir airoso de una recesión económica? Descubre las claves para proteger tus finanzas
La dificultad para poder predecir cuándo y cómo de grave será una crisis hace que cobren vital importancia la planificación y la organización
Gestionar adecuadamente las finanzas personales es una de las claves para evitar contratiempos en momentos de crisis económica. Ahorrar durante las épocas de bonanza para prevenir cuando hay una recesión es un aspecto importante, pero hay más puntos a tener en cuenta.
Una recesión económica se produce cuando la actividad económica de un país o región disminuye: cae el consumo, la producción de bienes y servicios se reduce y también baja la inversión. Esto provoca el despido de trabajadores, que aumenta el desempleo y todavía reduce más el consumo.
Aunque tenemos dos recesiones económicas muy recientes –la crisis financiera de 2007 y la del 2020, provocada por la pandemia de la Covid– se trata de acontecimientos relativamente infrecuentes. Según los datos del Fondo Monetario Internacional (FMI), entre 1960 y 2007 se registraron 122 recesiones en 21 economías avanzadas.
No obstante, es importante estar preparado. Los economistas pueden predecir cuando se acerca una recesión, pero es complicado pronosticar cuándo se producirá exactamente y cuál será su gravedad.
Consejos para proteger las finanzas ante una recesión
Por ello, aquí recogemos algunas clavas para gestionar las finanzas personales y estar mejor prevenido si se produce una crisis económica:
Diversificar las fuentes de ingresos
Es uno de los aspectos más relevantes a tener en cuenta. Si se tienen diversas fuentes de ingresos, se diversifica el riesgo, por lo que si una de las fuentes falla, hay otras a las que recurrir.
También es una manera de mantenerse flexible y adaptable, además de que permite aprovechar mejor las distintas oportunidades que se presentan, pues si una fuente de ingresos no funciona, se puede optar por centrarse en las otras hasta que vuelva a mejorar.
Crear un fondo de emergencia
Es una buena solución si, por ejemplo, en caso de recesión, una persona pierde el trabajo. Con un fondo de emergencia, se pueden cubrir los gastos hasta que se encuentre otro empleo, evitando generar deudas y dando una sensación de tranquilidad al saber que se dispone de algo de dinero ahorrado.
Revisar los gastos
Cuando se entra en la recesión, es importante gestionar los gastos de manera adecuada. Por ello, es recomendable revisarlos, consultado el presupuesto propio, que puede ayudar a ver en que se está gastando más de la cuenta e identificar en que áreas se pueden aplicar recortes.
Invertir en uno mismo
Aunque puede parecer contradictorio, invertir en uno mismo ayuda a hacerse más fuerte y resistente en tiempos difíciles, hace aumentar la motivación, que también es muy importante en los momentos duros, y ayuda a aprender nuevas habilidades, que pueden ser relevantes de cara al futuro próximo, cuando pase la crisis.
Marketing creativo
Este consejo va dirigido a las personas que tienen un negocio propio. En momentos de crisis, ser ágil y ajustar rápidamente las estrategias de marketing ayudan a tener más éxito que las que no lo hagan.
Una manera de ser creativo es utilizar las nuevas plataformas y tecnologías, también dirigirse a grupos demográficos distintos de los habituales y, sobre todo, estar dispuesto a experimentar, probando cosas nuevas para ver que es lo que funciona mejor en la empresa.
Concentrarse en los objetivos a largo plazo
Ceñirse a los objetivos previstos a largo plazo durante una recesión permite estar en una mejor posición cuando la economía vuelva a crecer. Asimismo, tener la perspectiva del largo plazo ayuda a mantener la motivación, a disciplinar los gastos y, en general, a mantenerse positivo y no dejarse desanimar cuando la actualidad está llena de malas noticias económicas.
Prepararse para lo peor
Como se ha comentado, es complicado pronosticar cómo de grave puede ser una crisis. Por ello, es importante prepararse para prever lo peor, pues no hay garantías de que las cosas vayan a salir bien. De esta manera, es probable que las personas que se han planificado acaben haciéndolo mejor que las que no lo han hecho.