La Seguridad Social revela las razones por las que podrían quitarte la pensión por incapacidad permanente
La pensión de incapacidad permanente puede eliminarse si no cumples con la normativa establecida
La Seguridad Social ofrece diversas pensiones, entre ellas la pensión de incapacidad permanente. Se trata de una prestación económica para aquellas personas que, debido a una enfermedad o accidente, han visto reducida o anulada su capacidad para trabajar de manera definitiva o prolongada.
El objetivo es compensar la pérdida de ingresos que sufre el trabajador al no poder desempeñar su actividad laboral habitual o cualquier tipo de trabajo. Para acceder a ella, el trabajador debe haber cotizado un periodo mínimo (excepto en caso de accidente laboral), y la evaluación médica de la Seguridad Social será quien determine el grado de incapacidad.
Es por esto por lo que existen varios grados de incapacidad permanente: parcial, total, absoluta y de gran invalidez. Con las dos primeras, se puede seguir trabajando mientras se cobra una prestación económica. Las dos siguientes implican retiro total y varían según el usuario necesite o no cuidados, es decir, una persona a su cargo para realizar las actividades cotidianas.
Cómo puedo perder la prestación por incapacidad permanente
La incapacidad permanente puede llegar a perderse, siempre y cuando la Seguridad Social determine que el usuario no esta realizando las pautas obligatorias para cobrarla. No es igual para todos los casos, pero es importante cumplir con los requisitos, ya que puedes perder la prestación de un día para otro.
De hecho, es importante seguir las pautas médicas y acudir habitualmente a las citas médicas y revisiones. Hay algunas enfermedades y dolencias de la lista que no son para siempre, por lo que si el usuario mejora, podría perder la pensión y volver a estar disponible en el mercado laboral.
No obstante, existes algunos motivos que suspenden la pensión. El primero de ellos es la actuación fraudulenta, es decir, que la pensión fue obtenida o mantenida por estafa. La prestación también puede ser suspendida si la incapacidad es resultado de una imprudencia grave por parte del beneficiario.
Rechazo de medicación
En cuanto a aspectos médicos, si el usuario rechaza el tratamiento médico sin justificación, podría dar lugar a la suspensión de la pensión. También si se abandona de la rehabilitación.
Además, si tras una revisión médica se determina que el beneficiario ha mejorado y puede retomar su actividad laboral, la pensión puede ser retirada.
Por último, si el beneficiario comienza a trabajar en un puesto incompatible con su grado de incapacidad sin notificarlo a la Seguridad Social, la pensión puede extinguirse.