Pymes y autónomos exigen otra línea de créditos ICO más flexible
Los autónomos defienden reformas del modelo de avales que faciliten al acceso, por ejemplo a través de líneas más flexibles como las lanzadas en 2009
El tejido empresarial español se está comiendo con rapidez las líneas de financiación que ha puesto en marcha el Gobierno para atajar las necesidades de liquidez que ha provocado la pandemia del coronavirus. Este martes, el consejo de ministros aprobaba un nuevo tramo de 20.000 millones, activando ya un 80% del programa previsto, cuando todavía quedaría un mes para finalizar la desescalada; y cuatro para finalizar del programa de avales del ICO, que se extiende hasta el 30 de septiembre.
En este contexto, han resurgido las voces que apuntan a que el programa podría quedarse corto, entre ellas la de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA). Esta misma semana, su presidente, Lorenzo Amor pedía un volumen de crédito más importante para el sector, que ampliara las líneas de financiación en 50.000 millones, facilitando que ante la avalancha de crédito, este llegue a los pequeños empresarios y emprendedores, que se estarían quedando fuera de la red de protección.
El Gobierno no descarta ampliar las líneas, si fuera necesario. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, dejó la puerta abierta a incrementar las líneas de apoyo financiero a pymes y autónomos si fuera necesario.
Una readaptación del modelo de avales
La ATA no es la única que cree que se debería hacer una revisión del modelo que se está aplicando en el modelo de avales que está ofreciendo el ICO. La patronal de pequeñas empresas y autónomos catalanas, Pimec, explicaba a Economía Digital que alguna de las mejoras que se podrían introducir el abono inmediato de los créditos con aval de hasta 100.000 euros para evitar problemas de tesorería adicionales por el retraso en el ingreso de los fondos mientras que el ICO revisa la operación.
Otras posibilidades para apoyar a las pymes y autónomos que operan en los sectores más damnificados es ampliar el porcentaje de crédito avalado, por ejemplo al 90 por ciento, para que tengan más fácil pasar el análisis de riesgo que obligatoriamente tienen que realizar los bancos.
El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, señaló este lunes en la Comisión de Asuntos Económicos y Transformación Digital del Congreso que la banca no podía -y que la institución que gobierna lo controla en calidad de supervisor- que se conceda crédito a empresas insolventes y la erosión económica está pasando factura a la salud financiera de las empresas.
Desde la ATA apuntan que las fórmulas con las que se calculan los modelos de crédito, que incorporan los datos de morosidad de la anterior crisis, son negativas para las pymes y los autónomos porque llegaron a tener una morosidad muy elevada- de aproximadamente el 40%-, que pesa negativamente en las operaciones. Con este punto de partida, y con la crisis provocando la muerte y la desaparición de muchas empresas, el perfil de riesgo también aumenta y, por tanto, dificulta el acceso al crédito.
La mortalidad de compañías, asimismo, está alimentando necesidades de liquidez, porque está cambiando las relaciones comerciales entre las empresas. «Algunos autónomos se encuentran que sus proveedores habituales ya no existen y los nuevos les exigen pagos por adelantado para servir el producto, lo que incrementa los problemas», apuntan desde ATA.
Los autónomos proponen inspirarse en 2009, cuando se lanzaron líneas ICO más flexibles para tratar de facilitar el acceso al crédito a los pequeños empresarios. En concreto, proponen recuperar las líneas «ICO Liquidez», tal como se las bautizó hace 11 años.
En la anterior crisis, el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero hizo más atractivas estas líneas para la banca, con el objetivo de que concedieran crédito. En el caso de los avales actuales, que no fijan tipos de interés, por lo que hacerlos más atractivo podría suponer una mayor cobertura del aval, pero para importes más pequeños, en versión de «microcréditos».