Advertencia de Cepyme: la caída en la producción se ceba con las pequeñas y medianas empresas

La patronal de las pymes alerta que hay riesgos que el deterioro de la productividad se cronifique en el sector

Las pymes afrontan más costes y menos ventas.

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En muchos sectores como el turístico se han recuperado los niveles que se tenían previo a la pandemia, pero en el área de las pymes, no solo se asiste a una caída continua de la producción sino que los registros son peores que antes del paréntesis forzoso del covid-19.

Según precisa el Indicador Cepyme sobre la situación de la pyme, en el último cuatrimestre de 2023 el nivel de productividad descendió el 0,7% interanual, un índice que está apenas por debajo de los registrados en 2015.

La patronal de las pequeñas y medianas empresas recuerda que aquel repunte en la productividad registrado en 2021 fue como un espejismo, que “tan solo sirvió para compensar el gran desplome registrado en la pandemia”.

Pero una vez que el sector retomó la velocidad crucero, puntualiza, la productividad “ha recuperado su tendencia descendente iniciada en 2017”.

Los últimos crecimientos no alcanzan

Si bien hubo un ligero crecimiento en los últimos trimestres, no ha sido suficiente para que las empresas tengan una ganancia efectiva de productividad.

“El comportamiento de las ventas y del empleo crecen, pero continúan en desaceleración, y la ligera reducción de los costes operativos, especialmente de la energía en el cuarto trimestre del año no ha sido suficiente” para alcanzar una mejoría, precisa el estudio de Cepyme.

Las ventas, con el freno de mano puesto

Una de las causas de esta crisis, indica Cepyme, es la “ralentización de las ventas”: desde el 20,2% que habían crecido en el segundo trimestre de 2022 se ha pasado a un exiguo 3,5% en el último tramo de 2023.

Entre las causas de este pinchazo en la facturación está la moderación de la inflación (“ya que se trata de ventas nominales”, aclaran), así como el debilitamiento de la actividad económica. “Las ventas corregidas de la inflación han crecido solo el 1,2%”, puntualiza el estudio de Cepyme.

Las ventas de las pymes apenas han subido el 5,3% en el último trimestre

Más costes laborales

Frente a unas ventas que pierden fuerza, las empresas tienen que afrontar más costes laborales por el aumento de plantillas (del 2,7% en las medianas y 2,1% en las pequeñas).

Aunque la caída de los precios de la energía (-22,6%) ha supuesto un alivio para las economías de las pymes, el informe precisa que ha aumentado el coste de los servicios en general un 3,1%, mientras que los costes laborales globales han subido el 5,3%, “el más alto de los últimos cinco trimestres”.

Cepyme denuncia que el coste laboral de las pymes encadena 10 trimestres consecutivos de aumentos

Si a esto se le suman las alzas de las cotizaciones sociales y del SMI de los últimos años, resulta que “del coste laboral total de las pymes encadena 10 trimestres consecutivos con aumentos interanuales superiores al 5%, suceso inédito desde 1994”, denuncia Cepyme.

El dilema del crédito

Otra piedra en el camino de las pymes, indica la patronal, es el problema para acceder al crédito: no solo por la mayor dureza en las condiciones, sino también por el aumento de los tipos de interés, que para este sector, ha superado el 5% por primera vez desde 2009.

El contexto de más inflación ha limitado el acceso al crédito en más de la mitad de las pymes.

Ante esta situación, el esfuerzo financiero de las pequeñas y medianas empresas vinculado a la deuda comercial subió a los 2.630 millones de euros solo en el cuarto trimestre, “lo que supone un alza del 50,1% interanual y del 119% respecto al periodo de referencia de 2021”.

En números concretos, es un esfuerzo adicional de 5.300 euros anualizados, el doble que al cierre de 2021, mientras que en las compañías medianas supone un incremento de 16.800 a 40.200 euros.

Sin embargo, una nota positiva es que el endeudamiento de las pymes ha bajado al 82,3%, el menor índice desde 1999.

Pero ese buen dato queda eclipsado por la cifra de las 2.083 pymes que entraron en concurso, de las que casi todas han sido firmas pequeñas, en lo que es el peor registro trimestral desde 2013.

“Resulta preocupante que el número de concursos haya sido superior al del cuarto trimestre de 2022, ya que entonces no se había disipado aún el decalaje derivado de la moratoria concursal por la pandemia ni se registraba una acumulación extraordinaria de casos como la posterior a la huelga de letrados de la Administración de Justicia acaecida en 2023”, indican en Cepyme.

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