Arranca el pulso de los funcionarios de la Seguridad Social a Elma Saiz: «Esperamos no llegar a la huelga»
Los funcionarios de la Seguridad Social se concentran este viernes ante la sede del Ministerio mientras exigen el cumplimiento íntegro del acuerdo con la Administración
Los funcionarios de la Seguridad Social comienzan este viernes una serie de movilizaciones para forzar al Gobierno a que cumplan con el acuerdo firmado el año pasado antes del adelanto de las elecciones generales y que, desde entonces, lleva atascado en una especie de limbo, con el Ejecutivo negociando en una Mesa Delegada cómo aterrizarlo y con los trabajadores considerando insuficientes los avances.
En plena campaña para las elecciones municipales y autonómicas y antes de que Pedro Sánchez diera un golpe en la mesa, los funcionarios de la Seguridad Social dieron un preaviso de huelga que fue abortado por el departamento que entonces dirigía José Luis Escrivá, hoy gobernador del Banco de España. El secretario de Estado de Seguridad Social, Borja Suárez, firmó un acuerdo con los sindicatos. Pero, a día de hoy, no se ha cumplido y el ‘número dos’ del Ministerio sigue en su puesto y es quien pilota las negociaciones.
Los sindicatos (CCOO, CSIF y la gallega CIG) confían en que la concentración, de media hora en la sede madrileña del Ministerio de Inclusión, sea «un éxito». «Lo único que pedimos es la ejecución de un acuerdo firmado por los mismos actores que están ahora», insiste Francisco Riesgo, responsable de CSIF en la Seguridad Social, en conversación con ECONOMÍA DIGITAL.
Compromisos sin cumplir
En las plantillas hay bastante hartazgo, cuentan los sindicatos, ya que los empleados públicos ven que las negociaciones se alargan sin ver un horizonte claro. Las medidas que firmaron el año pasado incluían el desarrollo del teletrabajo, la contratación de 3.500 profesionales más, el reparto de productividades a los trabajadores y la reconversión del Instituto de la Seguridad Social en una Agencia Estatal, entre otras. Además del reconocimiento de que la burocracia asociada al Ingreso Mínimo Vital (IMV), una prestación nueva asumida por el organismo a nivel estatal, había supuesto una ingente carga de trabajo para los funcionarios, creando puestos de trabajo exclusivos para la tramitación.
«La base de este acuerdo es que ellos no iban a firmar nada que no pudieran cumplir», dice Riesgo. «Ya no es momento de sentarnos a hablar de plazos, de ejecución ni de un nuevo acuerdo. O lo cumplen o tomaremos las medidas que haya que tomar«, insiste el sindicalista.
Su compañera de CCOO, Lola Panero, confía en que las movilizaciones supongan algún movimiento por parte del Ministerio. «Recibimos una carta de la ministra sobre una reunión que ya habíamos solicitado en su momento, en el mes de julio, porque faltaba interlocución. Nos respondieron en septiembre«, lamenta.
Fuentes del Ministerio que dirige Elma Saiz confirman el envío de esa carta, en la que se remitió, de nuevo, a los sindicatos a seguir trabajando en las distintas reuniones que tienen agendadas a lo largo de los meses de septiembre y de octubre. «El incremento de la oferta de empleo público, tras años de fuertes descensos de las plantillas por las políticas de recortes, ha sido notorio en los últimos años. Se han mantenido diversas reuniones, la última a finales de julio, y se han convocado grupos de trabajo sobre aspectos concretos para septiembre y octubre», indican.
«Influye en la calidad de la Seguridad Social»
La siguiente reunión es la semana que viene, detallan los sindicatos, donde se abordará el tema de las productividades, cuyo reparto está siendo cuestionado por las centrales, que denuncian que hay partidas que se están devolviendo al Ministerio de Hacienda sin ejecutar. «Estamos convocados, solicitamos previamente información sobre cómo se va a desarrollar ese grupo de trabajo… y nada. Vamos a una reunión en la que no sabemos qué vamos a tener encima de la mesa«, insiste la representante de CCOO en declaraciones a este periódico.
Más allá de la movilización convocada para este viernes, los sindicatos ya diseñan un mapa de diferentes convocatorias autonómicas, empezando por Galicia, aprovechando la adhesión de la central gallega. Aunque en el comunicado que mandaron a mediados de agosto anunciando las movilizaciones estaba presente un cuarto sindicato, el vasco ELA, finalmente se ha descolgado.
«La gente está muy cansada y esto influye en la calidad del servicio. A ver en la reunión del día 18 cómo nos reciben o nos dejan de recibir y qué estímulo tienen para avanzar en el acuerdo firmado. Y, en función de eso, seguiremos con paros parciales o el preaviso de huelga. Esperamos no tener que llegar ahí», zanja Panero.