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PP, Junts, PNV y Vox tumban el impuesto energético del Gobierno
El Pleno ha levantado algunos de los cambios introducidos por el Senado y aprueba la ley que crea el Impuesto complementario a multinacionales, el de la banca y el de los vapeadores
Una mayoría de 183 diputados de PP, Vox, PNV, Junts y UPN han aprobado una enmienda a la reforma fiscal del Gobierno para derogar el gravamen energético, evitando que el Gobierno pueda ahora aprobar la prórroga del mismo mediante un Real Decreto-Ley, tal y como se había comprometido con sus socios de izquierda.
El Congreso ha dado luz verde definitiva a la reforma fiscal del Gobierno, que reforma y hace permanente el ‘impuestazo’ a la banca, pero ha incluido algunos de los cambios que introdujo el PP en su tramitación en el Senado.
El cambio principal es la derogación del artículo que regula la tasa en la ley por la que se crearon los gravámenes temporales energético y de entidades de crédito y establecimientos financieros y de crédito y por la que se crea el impuesto temporal de solidaridad de las grandes fortunas.
Fuentes del Ministerio de Hacienda han explicado a ECONOMÍA DIGITAL que el escenario sigue siendo el mismo: llevar al Consejo de Ministros un Real Decreto-Ley que cree un nuevo gravamen al sector eléctrico y mandarlo al Congreso, donde es probable que decaiga al evidenciarse la oposición tanto de Junts como de PNV.
El Pleno ha reeditado en gran parte de los cambios la mayoría con la que salió la reforma fiscal del Congreso hace menos de un mes, pero con varios avisos por parte de sus socios. El primero y más evidente, el de la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, que ha reivindicado que sus cuatro escaños «cuentan lo mismo» que los de otros socios como el PNV o Junts.
La negociación fallida para prorrogar el impuesto a las energéticas también ha planeado por el hemiciclo, a pesar de que no estaba incluido en el paquete fiscal. Belarra ha incluido como una línea roja para negociar los Presupuestos que se cumplan los acuerdos, entre ellos el de hacer permanente el tributo a los beneficios extraordinarios del sector, más allá de aprobar una prórroga para 2025 cuyo futuro es incierto.
Por parte de Junts, el diputado Josep María Cruset ha reivindicado los acuerdos con el PSOE para reducir presión fiscal a las pymes o, también, su exigencia para evitar el impuesto energético y que ello no afecte a las inversiones energéticas. «La confianza se gana picando piedra cada día. La confianza se pierde cuando se incumplen los acuerdos», dijo desde la tribuna.