Portugal choca con España por los posibles riesgos del segundo almacén nuclear de Almaraz

La Agencia Portuguesa do Ambiente cree insuficiente el análisis de los riesgos naturales

Central Nuclear Almaraz

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El Gobierno de España ha dado luz verde ambiental a la construcción del segundo almacén temporal de la central nuclear de la localidad extremeña de Almaraz. No obstante, desde Portugal ven insuficiente el análisis de los posibles riesgos naturales del proyecto para guardar los residuos nucleares, mientras que los promotores aclaran las medidas de prevención.

Se trata del segundo Almacén Temporal Individualizado (ATI-100) para la central de Almaraz, contemplado en en el 7º Plan General de Residuos Radiactivos (PGRR) y que forma parte del protocolo de cierre de las centrales nucleares pactado entre la entidad pública Enresa y las propietarias en 2019.

Dicho plan establece la construcción y puesta en marcha de siete Almacenes Temporales Descentralizados (ATD) en los emplazamientos de las centrales, para el combustible gastado y los residuos de alta actividad, hasta su traslado al almacenamiento definitivo.

Cada ATD debe contar con su propio ATI como los de Almaraz. Recientemente, el Ministerio de Transición Ecológica que lidera Sara Aagesen ha dado la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) favorable para que se lleve a cabo el proyecto.

Una declaración que está condicionada a que el promotor del almacén, la Sociedad Centrales Nucleares Almaraz-Trillo (propiedad de Iberdrola, Endesa y Naturgy) adopten las medidas recogidas en el estudio de impacto ambiental. En cualquier caso, el nuevo almacén debe estar disponible antes de noviembre de 2027, según el Consejo de Seguridad Nacional.

Portugal ve insuficiente el análisis de los riesgos del almacén nuclear

Pero desde el Gobierno de Portugal han mostrado su disconformidad con algunos de los puntos declarados en este aspecto y la información que se les ha ofrecido respecto a los posibles riesgos. Lo hace en respuesta a la información que se le ha entregado a través de una consulta transfronteriza.

«La Agência Portuguesa do Ambiente considera insuficiente la documentación del proyecto proporcionada para la consulta transfronteriza y manifiesta que existen riesgos naturales y tecnológicos, con mención especial a los incendios, que podrían ocasionar efectos sobre su territorio, que no han sido analizados suficientemente por el promotor», según recoge el Boletín Oficial del Estado (BOE).

En esta línea, el organismo estatal del país vecino concluye, si bien los posibles impactos ambientales del proyecto en su territorio serán insignificantes en una situación normal de explotación, «no es posible predecir las consecuencias en caso de accidente, dada la limitada profundidad del análisis de riesgos presentado«.

Es por ello que considera importante que se tomen todas las medidas posibles para minimizar las consecuencias de un posible accidente, así como para que se pueda responder adecuadamente en caso de emergencia.

Por este motivo, pide que se adopten medidas adicionales antiincendios, directrices en caso de fallo de una presa aguas arriba de la instalación o inspecciones para garantizar la seguridad de los trabajadores, población y medio ambiente, entre otras cosas.

Asimismo, pide «aclarar el calendario de su desmantelamiento» y que se garantice a las autoridades portuguesas que puedan hacer seguimiento del proceso durante las distintas fases.

La resolución del ministerio recoge la respuesta del promotor, aclarando que ya existen protocolos y medidas de prevención para la mayor parte de los puntos mencionados, que una posible rotura de la presa de Valdecañas no afectaría a la central nuclear y tampoco al nuevo almacén, que se revisará el plan de emergencias interior y muestran disposición para hacer lo propio con el exterior.

Sube la presión por el apagón nuclear

También señala que el calendario de funcionamiento está establecido en el 7º Plan General de Residuos Radiactivos y que la participación activa de las autoridades portuguesas en el proceso ya está determinada por el Comité Local de Información de la central nuclear de Almaraz, presidido por el ministerio, «al que asisten con regularidad representantes del Gobierno de Portugal».

Más allá de las diferencias mostradas, el calendario de cierre escalonado de las centrales nucleares en España sigue intacto. La ministra Aagesen ha reconocido diálogo con las propietarias, tras las peticiones de Iberdrola y Endesa para abrir la conversación, aunque sigue sin modificar su postura.

Mientras, desde la política y el sindicalismo siguen avivando el debate sobre la energía nuclear. El último en hacerlo ha sido Pepe Álvarez, secretario general del sindicato UGT, quien instó al Gobierno esta semana a prolongar la vida de las centrales en una visita a las instalaciones de Almaraz, la primera que cerrará.

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