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La economía española acelera su crecimiento con un PIB que avanza un 3,2% en 2024
Las cifras refuerzan la posición de España como un motor de crecimiento en la eurozona, impulsado principalmente por la demanda interna y una inversión creciente
La economía española ha demostrado su resiliencia al registrar un crecimiento del 3,2% en 2024, superando las expectativas del Gobierno y continuando la tendencia alcista en su desarrollo económico. Este crecimiento es cinco décimas superior al del año anterior y coincide con un avance del 0,8% al final del año.
Según los datos preliminares publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la economía española se beneficia de un aumento del PIB interanual del 3,5% en el cuarto trimestre, gracias a un notable impulso del consumo y la inversión. Este crecimiento mantiene a España como el líder en la zona euro, situando su crecimiento cuatro veces por encima de la media de la eurozona, resaltó el Ministerio de Economía.
La demanda nacional fue crucial, aportando 2,8 puntos al crecimiento, mientras que la contribución de la demanda externa fue de solo cuatro décimas. Sin embargo, la inversión logró un incremento del 2,3%, continuando una racha positiva por cuarto año consecutivo.
Inversión y consumo marcan la pauta en el crecimiento
El valor total del PIB a precios corrientes para el año 2024 se situó en 1,593 billones de euros, marcando un aumento del 6,3% respecto al 2023 y estableciendo un nuevo récord histórico. Este crecimiento se ve reflejado en el cuarto trimestre, donde el PIB superó por primera vez la barrera de los 400.000 millones de euros, alcanzando los 407.457 millones de euros.
La inversión y el consumo de los hogares jugaron un papel fundamental en el crecimiento interanual. La inversión en vivienda y en maquinaria vieron un rendimiento notable, con incrementos de 1,6% y 7,6% respectivamente. Por otro lado, el consumo de los hogares creció un 3,7%, reflejando una recuperación mientras que el gasto público alcanzó un 4,9%, acumulando ya siete trimestres de alzas superiores al 4%.
Impacto en el empleo y la productividad
El empleo también mostró una tendencia positiva con un aumento del 2,3% interanual, aunque ligeramente por debajo del crecimiento logrado en el trimestre anterior. Las horas efectivamente trabajadas incrementaron un 1,8% en el último cuarto del año, contribuyendo al crecimiento sostenido de la economía.
La remuneración media de los asalariados también se vio favorecida, aumentando un 4,9%, en un contexto donde la productividad se mantuvo estable. A su vez, el deflactor del PIB registró un incremento del 2,3%, mostrando cierta moderación.
Con estos resultados, los expertos coinciden en que la economía española no solo está en un camino de expansión sostenida, sino que se espera que continúe enfrentando retos futuros con una base sólida y equilibrada.