El pequeño comercio prevé que la jornada laboral reducida le cueste «hasta 3.866 millones»
El presidente de la Confederación Española de Comercio, Rafael Torres, ha alertado que podría correr "un alto riesgo de desaparición" dado que es una medida planteada para sectores más grandes
La Confederación Española de Comercio (CEC) ha asegurado este miércoles que la reducción de la jornada laboral «costará al sector hasta 3.866 millones de euros», lo cual afectará «directamente a la competitividad del sector».
El presidente de la institución, Rafael Torres, ha alarmado sobre los efectos que la reducción horaria podría tener en el comercio minorista: «1.431.974 trabajadores por cuenta ajena en el comercio minorista que verán reducida su jornada laboral en 2.5 horas semanales una vez aprobada la reforma del Gobierno central», ha detallado en un comunicado.
En total, esto representará una «reducción de 44.7 millones de horas al año». No obstante, para Torres, estas cifras solo hablan de los trabajadores por cuenta ajena sin incluir a los «480.000 autónomos para los que esta medida tendría otro efecto colateral» sobre el equilibro entre el trabajo y su vida personal si quieren mantener su competitividad «dadas las dificultades de contratación de personal cualificado para complementar esas horas».
Torres ha señalado que estiman que la pérdida de los 3.866 millones son la «consecuencia de la necesidad de suplir las horas reducidas en las posiciones donde no es posible compensarlas».
Ha agregado que el cálculo proviene del supuesto «de que las empresas pudieran contratar trabajadores formados para cubrir las horas reducidas, y de que estas empresas poseen el tamaño suficiente para adaptar y gestionar con flexibilidad sus turnos, lo que es muy difícil en el pequeño comercio, dada la estructura de la gran mayoría de las empresas de comercio».
El comercio es presencial
El presidente de la CEC ha enfatizado que, en el pequeño comercio, la presencia física del trabajador en las tiendas es indispensable para las ventas, por lo que la reducción afectaría directamente a la «competitividad y productividad del sector, ampliamente dañada ya debido a los muy escasos márgenes con los que trabaja».
Torres ha explicado que el 46% de los comercios «son unipersonales» (autónomos sin asalariados), mientras que alrededor del 83% tienen hasta dos trabajadores, «siendo más del 95% las que tienen hasta cinco trabajadores».
En esa línea, ha advertido que «correrán un alto riesgo de desaparición, si se le aplican unas medidas que solo podrían cumplir su fin en otros sectores y tamaños de empresa, pero jamás en un debilitado comercio de proximidad que da empleo de calidad, vertebra nuestros pueblos y ciudades y es el más sostenible de todos los formatos comerciales».