Las pequeñas eléctricas advierten que la reforma europea amenaza con agrandar la brecha entre «clientes de primera y de segunda»
La reforma del mercado eléctrico europeo ha entrado su fase de trílogo entre los diversos organismos comunitarios, aunque hay medidas exepcionales que se pueden tomar e influyen en el mercado
El sector eléctrico en su conjunto está en vilo por saber qué decisión tomará finalmente el Ejecutivo de Pedro Sánchez con respecto a la prórroga del ‘cap’ a los precios de las tecnologías inframarginales (nuclear e hidráulica). La reforma del mercado eléctrico europeo ha abierto una puerta a que se mantenga la situación que desnivela la competencia entre empresas.
Tal y como ha publicado ECONOMÍA DIGITAL, el Ministerio para la Transición Ecológica se guarda la carta de prorrogar el ‘cap’ a estas tecnologías ante la posibilidad que ha abierto el Consejo Europeo.
Desde la principal organización de comercializadoras independientes, Acie, consideran que el objetivo que buscaba la implementación de la medida en el RDL 17/2023 en relación con el ‘cap’ de los 67 €/MWh, aminoró drásticamente la potencial recaudación de beneficios caídos del cielo de los generadores, y permitieron que las empresas verticalmente integradas reforzaran la competitividad de sus unidades de comercialización, ofreciendo precios que los comercializadores independientes no pueden ofrecer con carácter general.
La patronal que representa los intereses de empresas como Axpo, Energya VM, MásMóvil, Feníe Energía, Plenitude o TotalEnergies asume que la implantación de esta medida creó «clientes de primera» que si se beneficiaban de esta ‘energía barata’ y «clientes de segunda», que no.
Acie considera que mantener este tipo de medidas volvería a reforzar la posición de dominio de los agentes principales del sector. Esta situación se ha visto reflejada a nivel comercial en el vuelco que se ha dado en las cuotas de mercado donde las grandes compañías han tenido ganancias netas en los últimos trimestres.
Las grandes también recelan
Una hipotética prórroga, que deja en una posición favorable a las compañías verticalmente integradas como Iberdrola, Endesa o Naturgy, tampoco es algo que estén buscando estas empresas.
Según ha podido conocer ECONOMÍA DIGITAL en fuentes del sector, las grandes eléctricas no tienen interés real en que se amplíe en seis meses el ‘cap’ a las tecnologías inframarginales, ni tampoco han hecho ningún tipo de presión para ello.
Asumen, por el contrario, que ampliar este tipo de medidas puede generar una inseguridad jurídica que no beneficia a ninguna empresa del sector.
Por el momento, a nivel político, no se ha tomado ninguna decisión. Será en las próximas semanas cuando el equipo de la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, decida si aplicar hasta junio de 2024 este freno en las ganancias de la generación eléctrica.