Estas son las pensiones que cobrarán hasta 350 euros más en 2025
Esta medida se enmarca dentro de una estrategia para reducir la desigualdad en el sistema de pensiones y que todos los jubilados tengan una vejez digna
A las puertas de un nuevo año, los pensionistas españoles pueden celebrar una buena noticia: las pensiones no contributivas experimentarán un incremento de hasta 350 euros en 2025. Esta medida, impulsada por el Gobierno, tiene como objetivo mejorar las condiciones de vida de quienes, a lo largo de su carrera laboral, no han cotizado lo suficiente para acceder a una pensión contributiva.
Este aumento se enmarca en la reforma de pensiones aprobada en 2023, la cual establece que las pensiones no contributivas deben seguir aumentando de manera progresiva hasta alcanzar el 75% del umbral de la pobreza para una sola persona en 2027. Este objetivo busca asegurar que las personas con menos recursos dispongan de una renta mínima que les permita vivir de forma más digna.
¿Por qué suben las pensiones no contributivas en 2025?
El incremento de las pensiones no contributivas en 2025 será el siguiente paso en el camino hacia la meta del 75% del umbral de pobreza. Este umbral marca el nivel de ingresos por debajo del cual se considera que una persona vive en situación de pobreza.
Para alcanzar el objetivo fijado para 2027, se estima que las pensiones no contributivas deben revalorizarse en torno a un 18,24% anual. Este porcentaje adicional se sumará a la actualización general de las pensiones vinculada al Índice de Precios de Consumo (IPC), lo que asegura que los beneficiarios de estas ayudas no solo mantengan su poder adquisitivo, sino que lo incrementen.
Las nuevas cifras: ¿cuánto cobrarán los pensionistas?
Si bien las cifras exactas de la subida para 2025 aún están por concretarse, los cálculos iniciales ya permiten estimar las cantidades que cobrarán los beneficiarios. Según las proyecciones, la pensión no contributiva en 2025 se situará en 542,85 euros al mes, lo que supone un total de 7.599,9 euros anuales. Este incremento, en comparación con los 7.250,6 euros anuales que se reciben en la actualidad, representa un aumento de casi 350 euros al año.
La tendencia al alza continuará en los próximos años, con un incremento previsto para 2026 que situará la pensión no contributiva en 564,28 euros mensuales (7.900 euros anuales) y alcanzará los 592 euros al mes (8.250 euros anuales) en 2027. Este recorrido hacia la mejora de las pensiones más bajas reflejará la reducción de la brecha entre los diferentes tipos de pensiones.
Requisitos para acceder a las pensiones no contributivas
Las pensiones no contributivas tienen un carácter asistencial, lo que significa que están destinadas a personas que, por diferentes razones, no han podido cotizar el mínimo de 15 años a la Seguridad Social, un requisito indispensable para acceder a una pensión contributiva. Estos pensionistas, que en muchos casos enfrentan situaciones de vulnerabilidad económica, dependen de esta ayuda para subsistir.
Por otro lado, los ingresos de la persona solicitante no deben superar los 7.250,6 euros anuales si vive sola. Este límite varía en función del número de personas que convivan con el jubilado y del grado de parentesco entre ellos. Por ejemplo, si el solicitante vive con su cónyuge o un pariente consanguíneo de segundo grado (hermanos), la suma de los ingresos de la unidad familiar no debe exceder los 12.326,02 euros.
Además de estos límites económicos, es indispensable que la persona tenga más de 65 años para solicitar una pensión no contributiva. Aun así, existen otras ayudas para quienes no alcanzan esta edad, como el subsidio de desempleo para mayores de 52 años.
¿Qué significan estos cambios para los beneficiarios?
El aumento de las pensiones no contributivas representa un alivio económico para los jubilados más vulnerables. En un contexto de inflación y encarecimiento de bienes y servicios, este tipo de medidas se vuelven esenciales para garantizar la calidad de vida de quienes dependen exclusivamente de estas ayudas para su subsistencia.
Más allá del incremento directo en las pensiones, la revalorización proyectada hasta 2027 marca una tendencia positiva en las políticas de protección social en España. Al vincular estas pensiones al umbral de pobreza, se busca combatir la exclusión social y asegurar que los jubilados no se queden atrás.
Sin embargo, aunque la subida de las pensiones no contributivas es una buena noticia, queda por ver cómo el Gobierno gestionará los retos a largo plazo en materia de sostenibilidad del sistema de pensiones. La población envejece y las demandas del sistema irán aumentando, lo que hace necesario un equilibrio entre las mejoras en las prestaciones y la viabilidad financiera del sistema a futuro.