Fedea desconfía del gasto de pensiones previsto por Escrivá: “es poco creíble”

La Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) mira con desconfianza las previsiones del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones sobre el gasto en pensiones, al considerarlas que se basan en estimaciones que no solo no están “suficientemente documentadas” sino que en ocasiones son “poco creíbles”.

El estudio elaborado por el Grupo de Trabajo Mixto Covid-19 (GTMC) de Fedea considera que las proyecciones de la evolución del gasto público en pensiones del ministerio dirigido por José Luis Escrivá dibujan “un panorama optimista” sobre las perspectivas financieras del sistema previsional.

Según los cálculos del Ministerio, la reforma tendrá un efecto “prácticamente nulo” sobre el saldo presupuestario entre 2022-2050 y dejará el gasto medio durante ese periodo por debajo del nivel que activaría subidas de cotizaciones adicionales o ajustes de gasto.

Para Fedea, en un trabajo coordinado por Ángel de la Fuente, se trata de proyecciones “poco plausibles” ya que se apoyan en supuestos demográficos y macroeconómicos más favorables, así como “en estimaciones no suficientemente documentadas y en ocasiones poco creíbles de los efectos presupuestarios de algunas de las medidas de la reciente reforma”.

Para Fedea, el Ministerio “infravalora” los efectos de la reforma

Como consecuencia, añaden, las previsiones del Ministerio de Inclusión «infravaloran los efectos de la reforma sobre el déficit presupuestario del sistema y, por lo tanto, sobre el margen de gasto disponible para otras políticas».

Las principales diferencias entre las proyecciones de Fedea y las de Inclusión están en el impacto de los incentivos a la jubilación demorada, la reforma del Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) y la mejora de las pensiones mínimas, que conllevarán mayores gastos de los previstos, así como en las proyecciones demográficas.

Así, los cálculos de Fedea apuntan a un crecimiento del gasto en pensiones neto que rondaría 1,5 puntos de PIB en promedio entre 2022 y 2050, y excedería los 3,5 puntos en 2050.

Unos resultados que llevarían a activar la cláusula para elevar cotizaciones o ajustar el gasto.

“Una subida adicional de las cuotas para cubrir el creciente déficit del sistema público de pensiones podría tener efectos adversos sobre el crecimiento potencial, el empleo, la productividad y, en definitiva, sobre el bienestar”, advierten.