El agujero de las pensiones en Cataluña enfila los 10.000 millones anuales mientras Illa exige el cupo catalán

El déficit de las pensiones catalanas enfilará este año los 10.000 millones de euros si las cuentas de la Seguridad Social siguen la evolución que han tenido hasta junio, con un desfase de 4.787 millones entre los ingresos del organismo en el territorio y los gastos derivados de las pensiones y los subsidios en la región.

El nuevo gobierno de la Generalitat, que ahora preside el socialista Salvador Illa, tendrá que negociar con el Ministerio de Hacienda -si el Ejecutivo de Pedro Sánchez consigue sacar los apoyos- una financiación singular para la región, que recaudará y liquidará 60.000 millones de euros en ingresos tributarios, a cambio de un ‘cupo’ por los gastos que asume el Estado y una aportación a la solidaridad con el resto de Comunidades Autónomas.

Fuera de este intercambio quedarán las pensiones, que seguirán integradas dentro de la ‘caja única’ de la Seguridad Social y ello evitará un agujero cercano a los 10.000 millones en el presupuesto de la Generalitat.

De acuerdo con las cuentas territorializadas de la Seguridad Social, hasta junio de este año, el organismo ha ingresado (fundamentalmente por cotizaciones sociales) 9.430 millones de euros. Pero ha abonado pensiones por un valor de 13.451 millones de euros y 766 millones en prestaciones (como las de maternidad) y otros subsidios. Es decir, un agujero de 4.787 millones.

El agujero de las pensiones fue de 9.000 millones en 2023

Esta evolución es consistente con lo que viene pasando en los últimos años. Los datos de cierre de 2023 arrojan que el déficit fue de casi 9.000 millones: 8.824 millones, en concreto. La Seguridad Social pagó 29.710 millones en pensiones y 1.445 millones en prestaciones, mientras que ingresó 22.331 millones de euros.

Según los últimos datos de la nómina de pensiones correspondientes al mes de agosto, en Cataluña la pensión media es de 1.307,24 euros y se abonan 1.788.295 pagas, casi una de cada cinco en el país. Ciñéndonos únicamente a la de jubilación, la media es de 1.476,13 euros al mes que reciben 1.184.530 personas.

Este agujero sale a la luz mientras el Gobierno central y el regional tratan de evitar referirse a esa «financiación singular» como un «concierto» económico, aunque a todas luces sus características sean iguales: recaudación completa de los tributos, a cambio del pago de los gastos impropios y una contribución de la solidaridad.

En palabras de la ministra portavoz, Pilar Alegría, «la literalidad es clara. Se habla de financiación singular, de solidaridad interterritorial. Estos son los términos que se recogen dentro del acuerdo».

En este sentido, la ministra de Educación ha comparado esta «financiación singular» de Cataluña con la de otras autonomías que «mor de su singularidad», reciben fondos adicionales. El ejemplo que ha puesto es el de Baleares, compensada por su insularidad.

Mientras, en Cataluña, el Govern de Illa evita hacer sangre… pero tampoco habla del concierto que vendieron sus socios de ERC cuando firmaron el acuerdo.

Así, la portavoz, Sílvia Paneque, ha asegurado que la Generalitat no va a «entrar en espirales de ruido ni en espirales de vocabulario», en referencia a si se trata de la citada «financiación singular» o de un «concierto» o «cupo». Esas «espirales», dice el nuevo Govern del PSC, «quizás le pueda interesar a Junts per Catalunya o al Partido Popular»

El PSC y ERC se comprometieron a sacar adelante esta reforma de la financiación en el primer trimestre de 2025 y la consellera catalana ha asegurado que la prioridad ahora son las Cuentas de 2025. Esto puede dar aire al Gobierno de Pedro Sánchez, que plantea presentar los Presupuestos Generales del Estado para 2025 en las próximas semanas, aunque aún no tiene los apoyos que garanticen que vayan a salir adelante. El papel determinante lo tendrá Junts… y sus ganas de hacerse valer en la política catalana y nacional.