¿Qué pensión te queda si cobras 2.000 euros al mes?
El importe que los pensionistas acabarán cobrando viene determinado por la base reguladora y el porcentaje que se aplica en función de los años cotizados
La pensión de jubilación es una prestación económica que la Seguridad Social concede a los trabajadores que deciden poner punto final a su carrera profesional. No obstante, para acceder a ella es indispensable cumplir todos los requisitos fijados por el organismo público, principalmente, en cuanto a edad y periodos cotizados.
Uno de los principales interrogantes que surgen entre las personas que tienen una edad próxima a la jubilación tiene que ver con la cuantía. En este sentido, conviene no perder de vista que el importe que los pensionistas acabarán cobrando viene determinado por la base reguladora y el porcentaje que se aplica a la misma en función de los años cotizados.
Pensión no contributiva
Una de las modalidades dentro de la pensión de jubilación es la no contributiva, que se concede a pesar de no haber cotizado a la Seguridad Social las personas que no tienen recursos suficientes para subsistir. La cuantía de este tipo de prestación viene concretada cada año en la Ley de Presupuestos Generales del Estado.
Actualmente, está fijada en los 7.250,60 euros al año para 2024, si bien el Gobierno acordó una subida de cerca del 7% para recortar la brecha existente entre la cuantía de las pensiones mínimas y el umbral de la pobreza. Con todo, la cuantía individual se determina a partir del número de beneficiarios de una pensión no contributiva dentro de la unidad de convivencia.
Para solicitar la prestación económica es indispensable tener ingresos inferiores a 7.250,60 euros anuales y que la suma de las rentas de todos los miembros que forman parte de la unidad económica de convivencia de la persona que tiene intención de solicitar la pensión no excedan los límites fijados.
También se deben tener más de 65 años, residir legalmente en España durante una década y que dos de esos años sean consecutivos y anteriores a la formalización de la solicitud para cobrar la prestación económica.
Pensión contributiva
La otra modalidad es la pensión contributiva, a la cual se puede acceder si se reúnen los requisitos de edad y cotización. En el caso de la jubilación ordinaria, el trabajador deberá haber cotizado durante 15 años, dos de los cuales habrán de estar comprendidos dentro de ese periodo.
Además, deberá tener más de 66 años y 6 meses, si ha cotizado 38 años, mientras que si cuenta con un periodo de cotización superior podrá comenzar a cobrar la prestación a los 65 años. Cabe destacar que las condiciones de cotización y edad requeridos varían en función del tipo de jubilación:
- Jubilación anticipada: permite al trabajador retirarse antes de cumplir la edad legal por actividad profesional, por tener discapacidad, por tener o no la condición de mutualista, cuando se deriva del cese no voluntario en el trabajo, por voluntad del trabajador y por expediente de regulación de empleo.
- Jubilación parcial: tras cumplir los 60 años, el trabajador puede decidir cobrar una parte de su pensión a la vez que percibe un sueldo por su actividad a tiempo parcial en una empresa.
- Jubilación flexible: permite a los pensionistas volver al mercado laboral, ya que pueden compatibilizar su pensión con un contrato a tiempo parcial, si bien conlleva una reducción de la prestación.
- Jubilación especial a los 64 años: a pesar de que desapareció en 2013, se mantiene para determinados trabajadores.
Calcular la cuantía de la pensión
La pensión media de jubilación se ha situado en octubre en 1.447,4 euros mensuales, según los datos del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Las personas que tienen un sueldo de 2.000 euros mensuales tienen derecho a percibir una prestación mínima de unos 857 euros al mes, una cifra que equivale al 50% de la base reguladora.
No obstante, si tuvieran intención de cobrar la pensión máxima, lo que implica haber cotizado durante más de 38 años, llegarían a cobrar más de 1.714 euros cada mes.