El paquete fiscal en vivienda de Sánchez enfada a Podemos, Bildu y ERC por las exenciones a propietarios
PNV y Junts guardan silencio mientras los socios de la izquierda muestran su enfado: "Hemos pasado de pedir solidaridad a los caseros a regalarles dinero público"
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha decidido reabrir el melón fiscal con sus socios apenas un mes después de haber sacado una reforma tributaria en el Congreso, dejándose muchos pelos en la gatera y cambios importantes con intermediación del PP, y en un tema muy sensible para la ciudadanía: la vivienda.
Sánchez lanzó este lunes un paquete con doce medidas para intervenir en el mercado de la vivienda hasta donde puede el Gobierno central, ya que esta es una competencia descentralizada en manos de las comunidades autónomas, la mayoría de las cuales están en manos del PP. De ellas, cuatro son de marcado carácter fiscal. Y si ya le costó sangre, sudor y lágrimas a la vicepresidenta María Jesús Montero cerrar acuerdos a varias bandas para salvar su reforma tributaria, el nuevo paquete ya se anticipa complicado.
El presidente anticipó que llevará al Congreso una exención fiscal del 100% del IRPF para los propietarios que alquilen su vivienda según el Índice de Precios de Referencia sin necesidad de que estén en zonas declaradas tensionadas. El Gobierno pretende, de esta manera, saltarse a las comunidades ‘díscolas’ que no aplican la Ley de Vivienda aprobada en el anterior mandato tentando a los propietarios con estas rebajas impositivas.
El Ejecutivo también va a proponer una reforma fiscal para gravar las viviendas turísticas como una actividad económica, lo que incluye la aplicación del IVA en aquellas zonas donde haya dificultades en el acceso a la vivienda o saturación turística.
«Sobran Airbnbs y faltan viviendas. El deber de la Administración General del Estado es priorizar el uso residencial de los pisos y evitar que el uso especulativo siga expandiéndose de forma descontrolada», censuró Sánchez.
El paquete tributario incluirá cambios en el régimen especial de las socimi, ya que se condicionará a que se promueva vivienda en alquiler asequible, y también se limitará la compra de casas por parte de ciudadanos extracomunitarios no residentes, a los que se les incrementará la carga fiscal en caso de adquisición hasta el 100% del valor del inmueble.
Pero este paquete no ha sido acogido con agrado por los socios de la coalición PSOE-Sumar. En concreto, la primera pata, las exenciones fiscales en el IRPF, han provocado un enfado a ERC, EH Bildu y Podemos, quienes ya pusieron contra las cuerdas a Hacienda a cuenta del ‘impuestazo’ energético.
«Hemos pasado de pedir solidaridad a los caseros a regalarles dinero público de todos y todas para que bajen los precios. Este Gobierno va de mal en peor y está jugando con fuego», escribió la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, en la red social X (antes, Twitter) después de conocerse el contenido de las medidas que desplegará el Gobierno.
«Pese a que algunas de las medidas anunciadas hoy parece que van en la buena dirección, otras como aplicar exenciones fiscales a propietarios que han estado cobrando alquileres abusivos y desproporcionados van en la dirección contraria», señaló el portavoz económico de EH Bildu, Oskar Matute, en la misma red social.
Fuentes de ERC consultadas por ECONOMÍA DIGITAL consideran insuficiente lo que se ha planteado y ya avanzan que presentarán sus propuestas propias al Ejecutivo, aunque de momento se está estudiando la respuesta.
De nuevo en redes sociales, el portavoz republicano, Gabriel Rufián, ‘revalidado’ en su cargo tras la victoria de Oriol Junqueras en las primarias de ERC, acusó al Gobierno de «llegar tarde». «El Gobierno debería grabarse a fuego que por encima del derecho a enriquecerse de alguien con diez viviendas está el derecho de alguien a tener una vivienda digna», apuntó.
Incluso Sumar, que forma parte del Gobierno pero cuyos ministros estuvieron ausentes del foro organizado por Vivienda, considera que las medidas planteadas son «insuficientes», aunque celebran el cambio de tono del PSOE.
«Hace falta limitar la compra de vivienda especulativa, no solo a extracomunitarios, también a fondos de inversión y residentes, condicionar los fondos de vivienda al cumplimiento del control de precios en zonas tensionadas, regular ya el alquiler de temporada y habitaciones que es un gris en nuestra regulación», señaló el portavoz de Sumar, Ernest Urtasun, responsable de Cultura en la coalición.
Las exenciones tienen futuro complejo, pero el resto de medidas también están en el aire. Junts y el PNV ya rechazaron cambios en el régimen de socimis cuando el Gobierno intentó introducirlo en su reforma fiscal. Tampoco está claro que ese veto a los compradores extracomunitarios pueda salir adelante.
Consultados por ECONOMÍA DIGITAL, fuentes de Junts y PNV no han valorado el paquete de medidas presentado por el Ejecutivo.
Mejor futuro tiene esa potencial aplicación del IVA a los Airbnb. En la reforma fiscal sí salió adelante una disposición final en la que el Gobierno se comprometía a impulsar la modificación de la Directiva europea del IVA para gravar estos arrendamientos de corta duración. Sánchez y Montero tendrán ahora que ahormar una mayoría para intentar que salgan adelante sus medidas.