Actualizado
Muere el Papa Francisco: estas son las reformas económicas en la Iglesia que deja su pontificado
El Papa Francisco impulsó cambios en la administración económica de la Iglesia Católica con el objetivo de hacerla más transparente
Durante 12 años de pontificado, han sido numerosas las medidas que ha implementado
El Papa Francisco ha fallecido este lunes 21 de abril, a la edad de 88 años, en su residencia de la Casa Santa Marta del Vaticano. Jorge Mario Bergoglio llevaba tiempo con problemas de salud. En febrero ingresó por una bronquitis que evolucionó a una neumonía bilateral. Después de 38 días debatiéndose entre la vida y la muerte, recibió el alta el 23 de marzo.
Durante su pontificado, que comenzó en 2013, el Papa Francisco implementó una serie de reformas económicas en la Iglesia Católica, buscando mayor transparencia, sostenibilidad y ética en la gestión financiera que se realizaba en el Vaticano. A continuación analizaremos algunas de las medidas más importantes.
El periodo de pontificado del jefe de Estado de la Ciudad del Vaticano comenzó el 13 de marzo de 2013, pero no fue hasta hace unos pocos años cuando comenzó con las reformas económicas. Hace dos años, en 2023, reformó a fondo el Instituto para las Obras de Religión (IOR), más conocido como el «banco del Vaticano».
Para evitar posibles conflictos de interés, el Papa Francisco estableció varios límites. En primer lugar, los altos cargos solo podrán ejercer por cinco años, con posibilidad de una sola reelección. Además, conformó un Consejo de Superintendencia con especialistas en finanzas y sumó por primera vez a un auditor externo, encargado de fiscalizar los estados contables del organismo.
El Papa Francisco y su política de transparencia
Ya en el año 2022, el pontífice había dado un paso muy importante al lanzar una política de transparencia para las inversiones de la Santa Sede. Por ello, se creó un Comité para las Inversiones que buscaba la coherencia entre los movimientos financieros y los valores centrales de la Iglesia, excluyendo fondos que vulneren principios como la defensa de la vida y la dignidad humana.
En septiembre de 2024, el Papa Francisco reforzó su llamado a una economía vaticana cuyas bases fueran la disciplina y la solidaridad, solicitando a todas las instituciones adoptar una administración seria. El objetivo era evitar gastos innecesarios y destinar recursos excedentes a compensar los déficits de otras áreas La meta: alcanzar el “déficit cero”.
Hace unos meses, concretamente en noviembre de 2024, el Papa Francisco puso la mirada en el Fondo de Pensiones, cuya gestión arrastraba un déficit muy preocupante. En una carta enviada a cardenales y responsables vaticanos, llamó a tomar medidas concretas para su reestructuración. Designó al cardenal Kevin Farrell como administrador único y advirtió que sería necesario asumir sacrificios para garantizar la sostenibilidad del sistema previsional.
Patrimonio de la Iglesia Católica
Lo cierto es que la Iglesia Católica es una de las instituciones con mayor patrimonio del mundo. Su riqueza se compone de inmuebles valorados en billones de euros, además de importantes cantidades en efectivo, reservas de oro, acciones, joyas y obras de arte.
La Iglesia es propietaria de catedrales, iglesias, monasterios, seminarios, residencias y oficinas administrativas repartidas por todos los continentes. De hecho, la Santa Sede, desde el Vaticano, gestiona numerosas propiedades en Italia, Francia y otras naciones. Su objetivo es conserva y protege toda esta colección de bienes culturales.
En España, por ejemplo, el patrimonio cultural eclesiástico representa el 3% del PIB nacional y genera empleo a unas 225.000 personas, según la Conferencia Episcopal Española.