La OCDE coloca a España como farolillo rojo del paro y a la cola en tasa de empleo
España aún no recupera los niveles de 2007 en cuanto a desempleo y sigue como la nación con mayor tasa de paro de la organización: el 11,2%
Los buenos datos de empleo de los que hace gala el Gobierno, con España cerrando el año 2024 en máximos históricos de trabajadores y mínimos desde 2007 del número de parados, no hacen que se pierda de vista la realidad del mercado laboral de nuestro país: el desempleo sigue estando muy por encima de las tasas de referencia de nuestro pares.
El último balance sobre el mercado laboral de la OCDE coloca de nuevo a España como farolillo rojo en cifras de paro, siendo el único país con una cifra de dos dígitos, y también en cuanto a la tasa de empleo, esto es, la proporción de gente empleada que está en edad de trabajar.
En concreto, en el tercer trimestre de 2024, los últimos datos de referencia, España tuvo una tasa de paro del 11,2%, muy por encima del resto de los países del entorno. En concreto, solo se acercan a los datos de nuestro país Grecia (9,6%) y Colombia (9,5%), todos con unas cifras muy lejanas a los de las medias comparables.
Así, la tasa de paro española más que duplica la referencia de la OCDE (4,9%) y también la del G7 (4,3%), y se sitúa más de cinco puntos por encima de las referencias europeas. Al otro lado, los mejores datos los encontramos en Japón (2,5%), México o Corea del Sur (2,7%, en ambos casos), prácticamente en pleno empleo.
La española es la gran economía europea con mayor tasa de paro y, en su posición como cuarto país del euro, se encuentra muy lejos de Francia (7,7%), Italia (5,7%) o Alemania (3,4%).
El compromiso del Gobierno es bajar esta tasa de referencia hasta conseguir el pleno empleo. Ese es su objetivo de legislatura, situarlo en el entorno del 8%, que es lo que consideran en Moncloa que es la referencia para este concepto teórico en la economía española. Según el Plan Fiscal Estructural a Medio Plazo que elaboró el Ministerio de Economía, la proyección es que el desempleo cierre en 2024 al 11,2% (quedan pendientes los datos de la EPA de final de año, que se publicarán este mes), mientras que descenderá al 10,3% en 2025 y caerá por primera vez en casi 20 años por debajo del 10% en 2026, hasta el 9,7%.
El año pasado el mercado laboral sumó 501.952 afiliados y 146.738 personas salieron de las oficinas de empleo, pero aún faltan por conocerse los datos de la Encuesta de Población Activa para dibujar el mapa completo. El Gobierno ya lo define como "excelentes resultados", según el ministro Carlos Cuerpo en una intervención en el Spain Investors' Day, y se muestran seguros de conseguir este objetivo a medio plazo.
El panorama que dibujan otras instituciones es ligeramente distinto. Por ejemplo, el Banco de España sitúa en 2027 el horizonte de un paro por debajo del 10%, aunque solo ligeramente (9,9%). Las previsiones de Funcas también son menos halagüeñas que las del Ejecutivo, y sitúan el desempleo ligeramente por debajo del 11% (10,9%) a finales de este año.
La estimación del 'think-tank' de las antiguas cajas de ahorro es que la evolución del mercado de trabajo se ralentice durante este año, aunque todavía con un balance positivo: se crearán más de 370.000 empleos. "También se anticipa una desaceleración de la población activa, ya que la escasez de vivienda actuará como cuello de botella para la inmigración y la incorporación de nueva fuerza laboral", anticipan.
Uno de los retos para conseguir este pleno empleo será activar la incorporación de gente en edad de trabajar al mercado laboral. A día de hoy, este dato se encuentra en máximos desde los 2000, en el 66,3%, pero son cifras aún pobres en comparación. La media en la OCDE, la Unión Europea y la zona euro está ligeramente por encima del 70%, mientras que en el caso del G7 está en el 73%.
Un comentario en “La OCDE coloca a España como farolillo rojo del paro y a la cola en tasa de empleo”
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Aunque estamos mejorando y la situación económica lo permite, en España hay un problema estructural y mucho trabajo por hacer, aunque seguir el ejemplo de Irlanda no sería lo más justo, por otra parte que los datos del Gobierno no se ajusten con los del Banco de España u otras agencias, tampoco es preocupante, porque han demostrado todos estos años, que siempre se equivocan y trimestre a trimestre tienen que corregir sus previsiones.