Mutua Madrileña confía en que su empresa de ‘carsharing’, alcance beneficios en dos o tres años

Mutua Madrileña espera que Voltio, su empresa de ‘carsharing’ o coche compartido, registre beneficios en dos o tres años, después de que se pusiera en marcha en 2022.

Así lo ha dicho el presidente de Mutua, Ignacio Garralda, en la rueda de prensa de resultados que la aseguradora ha presentado esta semana. En ella, ha admitido que en 2023 Voltio tuvo «ligeras pérdidas», pero que «lo bueno es si está cogiendo tracción el negocio o no y yo creo que sí».

Voltio está operativa desde diciembre de 2022 en Madrid con una flota que ya supera los 700 vehículos eléctricos y el objetivo es llegar a los 1.000 «en los próximos meses». Además, Garralda ha afirmado en alguna ocasión que «seguramente» se expandirá a otras ciudades.

La empresa de ‘carsharing’ ya ha superado los 110.000 usuarios, lo que se considera «una cantidad relativamente considerable» para la capital en palabras de Garralda. Ha realizado más de 600.000 viajes y ha recorrido 5,4 millones de kilómetros, lo que ha ahorrado más de 760 toneladas de CO2 a la atmósfera, según los últimos datos conocidos por Servimedia.

Sin embargo, aún sigue reportando pérdidas para Mutua, dado que lleva operando de manera efectiva poco más de un año y este tipo de negocios emergentes «tienen un plazo de adaptación hasta que llegan al equilibrio en la cuenta de resultados un poco largo», según ha explicado el presidente de Mutua, quien ha apuntado que otras empresas competidoras ya están dando beneficios y eso es una buena señal porque «vemos que el negocio funciona». Es el caso de WiBLE, el ‘carsharing’ de Repsol junto a Kia, que obtuvo un beneficio bruto de explotación (Ebitda) positivo en 2023 por primera vez y fue lanzado en 2018.

Voltio nació con el objetivo de cubrir la demanda creciente de servicios de movilidad sostenible, sobre todo en grandes ciudades como Madrid. Comenzó dando servicio principalmente en el interior de la M-30, pero ha ido ampliando progresivamente su zona de uso y en la actualidad cubre un área de 85 kilómetros cuadrados y se ha extendido a otros barrios de la capital fuera de la M-30 como Moratalaz, Las Tablas, Sanchinarro, Usera o Vallecas. También presta servicio en municipios cercanos como Pozuelo, Alcobendas o Leganés y llega, incluso, al aeropuerto. Esta área es conocida como la «zona Voltio» en la que el usuario deberá siempre iniciar y finalizar su viaje. Además, puede circular y aparcar fuera de estos límites dejando el vehículo en modo pausa.

«No consideramos tanto Voltio como un negocio aislado, sino como componente esencial dentro del plan de movilidad» para atender la demanda ciudadana, particularmente de los jóvenes de este tipo de servicios, y «tiene un futuro asegurado», según ha augurado Garralda esta semana.

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