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Moncloa prepara el terreno para mandar a Escrivá al Banco de España
En el Gobierno no descartan la figura del ministro para la Transformación Digital como futuro gobernador y defienden su integridad y currículum para hacerse con el puesto
La Moncloa ya está preparando el terreno para una potencial designación del ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, José Luis Escrivá, como nuevo gobernador del Banco de España, una vez pasado el verano y si no hay un acuerdo con el Partido Popular que evite el nombramiento.
Fuentes del Gobierno preguntadas por el nombre del ministro se apresuraron a defender su capacidad para ese puesto, asegurando que por curriculum podría optar perfectamente y justificando la independencia del autor de las dos reformas de pensiones del mandato de Pedro Sánchez.
Escrivá, antes que ministro, fue presidente de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) y antes de eso ejerció puestos de responsabilidad en el Banco de España, en el Banco Central Europeo y en el sector privado. Concretamente, fue el economista jefe del servicio de Estudios del BBVA, un cargo que desempeñaba cuando fue nombrado por el Ejecutivo de Mariano Rajoy para poner en marcha la autoridad fiscal.
Defienden que es independiente
En La Moncloa defienden con vigor al ministro, subrayando que no pertenece a ningún partido -aunque hizo campaña por el PSOE en la antesala de las elecciones generales del 23 de julio-, y que es independiente. Además, subrayan las mismas fuentes que el paso por la política no debe vetar el acceso a otros puestos más técnicos, ya que eso implicaría que los profesionales no querrían dar el salto a la Administración.
Esta independencia de la que hace gala La Moncloa es precisamente la que se ha puesto en cuestión en los últimos días, desde que ‘El País’ publicó que el Gobierno había puesto encima de la mesa el nombre del ministro. El titular de Economía y compañero de gabinete, Carlos Cuerpo, se ha afanado en los últimos días en insistir en que el sustituto de Pablo Hernández de Cos será «intachable» y que la autonomía está garantizada por ley, «sea quien sea [el gobernador o gobernadora] aunque venga del Consejo de Ministros», dijo este lunes.
Pero en el interior del Banco de España los funcionarios muestran mucha inquietud por el perfil de Escrivá, que se ha enfrentado con la institución después de que sus análisis cuestionaran la reforma de las pensiones. Llegó a decir que los sus estudios adolecían de «falta de sofisticación».
«La opinión del Banco de España sobre los temas económicos carecería de relevancia porque ya se sabría que no es imparcial», indican fuentes internas de la institución.
La opción Conthe para atraer al PP
Como informó ECONOMÍA DIGITAL, las posturas entre PSOE y PP se habían acercado tras el desbloqueo del Consejo General del Poder Judicial y había consenso en torno a la figura de la secretaria general del Tesoro, Paula Conthe, con tres grandes argumentos a su favor: experiencia profesional, reconocimiento en el sector bancario y la oportunidad para el Ejecutivo de nombrar a la primera gobernadora en los dos siglos de historia de la institución.
Sin embargo, el nombre de Escrivá ha torcido las negociaciones en el último momento, cuando el Ejecutivo ya había pedido comparecer en la Comisión de Economía del Congreso para presentar a la nueva cúpula de la institución. El Partido Popular ha rechazado cualquier nombramiento para el Banco de España que involucre a un ministro, ya que iría en contra de su compromiso con la regeneración democrática.
De hecho, no se descarta que esta filtración sea un ‘globo sonda’ para ver la viabilidad del pacto con el PP y un aviso a navegantes, en el caso de no cerrar un nombre que satisfaga a ambas partes. En el Banco de España dan por hecho de que Escrivá será sí o sí el elegido.
Después de que caducara el mandato de Hernández de Cos el pasado 11 de junio, la subgobernadora del supervisor, Margarita Delgado, ha asumido su puesto en funciones. Delgado, que también aparece en las quinielas como la opción más ‘conservadora’ a la hora de hacer el reemplazo, tiene un hándicap: puede opinar pero no votar en las reuniones del Consejo de Gobernadores del Banco Central Europeo.
La próxima de estas citas es este jueves y el Gobierno quería tener para entonces la cúpula renovada para evitar esa interinidad en la institución. La lejanía en las posiciones aboca a agotar el mandato de Delgado, que termina el 11 de septiembre, y aprovechar este tiempo para encontrar un nombre de consenso con la oposición. La competencia para designar al gobernador del Banco de España es del presidente del Gobierno. Y, sin pacto, Escrivá es el mejor posicionado.