Mensaje eufórico de la Cambra: la economía se dispara
La institución revisa al alza las previsiones por la recuperación de la inversión y el consumo y afirma que Catalunya ha completado el cambio de modelo productivo
La economía catalana se ha disparado. Las exportaciones se han recuperado en el primer trimestre de 2014 y la inversión productiva repunta. El escenario macroeconómico propicia que la ocupación crezca y, de forma seguida, el consumo, según los esquemas académicos. Tras cinco años de crisis, la Cambra de Comerç de Barcelona se acoge a estos datos para mandar un mensaje eufórico sobre la recuperación económica. Olvidadas todas las precauciones anteriores (optimismo sí, pero con moderación por los dramáticos datos de paro), la institución saca pecho de que ha revisado la evolución del PIB catalán al alza y lo sitúa en el 1,2% en el ejercicio en curso y en el 1,5% en 2015.
El dato positivo que más ha pesado a la hora de reformular las previsiones es la encuesta de perspectivas de negocio interna que realiza la institución: llega a su nivel máximo desde el segundo trimestre de 2012. Eso sí, el propio presidente de la institución, Miquel Valls, reconoce que el cambio en las expectativas empresariales es muy desigual. “Existe una asimetría en los sectores, algunos aún sufren mucho. Por eso no se refleja en la calle la recuperación”, certifica.
Negocio internacional
En cuanto a la aportación positiva del sector exterior, que aún es el principal motor de la recuperación, mejora tras un año de depreciación por la atonía de los mercados europeos, los principales clientes de las empresas catalanas. “No vemos agotada la capacidad de crecimiento de las exportaciones”, asegura el jefe de estudios de la Cambra, Joan Ramon Rovira, a pesar del lastre que supone todavía por el conjunto de España la enorme deuda pública y privada. En 2015, la deuda pública podía superar el 100% del PIB.
La institución asegura que la “devaluación interna” del país ha dado sus frutos y se ha conseguido unas empresas más competitivas capaces de hacer negocio en todo el planeta. “Tenemos la base de crecimiento y evolucionaremos al menos del mismo modo que la economía mundial”, señala Rovira. Indica que la industria catalana obtiene el 71% de su facturación en el extranjero y requiere de nuevas inversiones, por lo que el círculo virtuoso está en marcha.
Reforma de las administraciones públicas
“Como todas las crisis, la reactivación de la ocupación y del consumo privado llegarán más tarde”, asevera Valls. Incluso asegura que el Catalunya ha completado el cambio de modelo productivo con la permanencia de la industria transformadora (el 40% del sector) y las tecnologías (13,5%) como principales tractores de la inversión extranjera.
El principal reto que debe afrontar la recuperación, según la Cambra, es el elevado déficit público que hay tanto en España como en Catalunya. Reclaman con urgencia una reforma de las administraciones públicas para recortar los gastos ordinarios. “No se pueden subir más los impuestos o aplicar nuevos recortes”, afirma el presidente de la institución.
¿Modelo sostenible?
La economía catalana (y española) está en manos de los inversores extranjeros. “No tenemos margen para aplicar políticas expansivas, dependemos del Banco Europeo y de la Comisión Europea, de los proyectos de infraestructuras comunitarias que aprueba sufragadas por el Banco Europeo de Inversiones”, declara Valls.
La Cambra tiene clara la política que debe aplicar el Gobierno central y la Generalitat para que el modelo descrito se sostenga: “No es austeridad, es racionalidad”. La institución está eufórica con la recuperación y afirma que el escenario incluso despeja cualquier duda sobre los riesgos de la deflación. Sobre el papel, el ejercicio macroeconómico tiene sentido. ¿Es sostenible en el tiempo?