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La industria renovable española, en alerta por la crisis del mar Rojo: «Ya notamos precios disparados»
La crisis geopolítica abierta en el mar Rojo con los ataques al tránsito marítimo de la zona amenaza con cobrarse una víctima muy importante: el sector renovable
Los ataques de los rebeldes hutíes al tránsito comercial del mar Rojo empieza a poner en jaque al sector renovable español que se juega tanto en estos momentos. El precio del transporte se ha disparado. La cadena de suministro aguanta por el momento, aunque las entregas acumulan importantes retrasos. El miedo sobre la duración del conflicto preocupa a las empresas, así como el posterior impacto en la economía.
El polvorín activado en el mar Rojo, frente a las costas de Yemen, ya está causando problemas a nivel comercial. El ataque de los rebeldes hutíes a las embarcaciones que transitan por la zona —que se reivindican contra la guerra de Gaza con el apoyo de Irán—, y que ha continuado con la respuesta militar de EEUU y Reino Unido, ha disparado los precios del transporte. Si la situación se prolonga en el tiempo se repercutirá en otros costes empresariales y, posteriormente, en las economías domésticas.
Por ahora el principal problema se centra en los costes del transporte. Esta situación afecta de manera directa al entramado energético español, sobre todo, al segmento renovable. Este negocio tiene una alta dependencia de los materiales y equipos que se producen en China. Una de las rutas habituales es por el mar Rojo. Ante los ataques de los rebeldes, las flotas cambian el recorrido hacia el Cabo de Buena Esperanza, al sur de África. Eso supone más costes y retraso.
El director general de Sumsol, Antonio Antón, explica a ECONOMÍA DIGITAL que esta crisis va a afectar a los precios. Asegura que esta misma semana el coste de algunos contenedores ha llegado a los 7.000$ cuando antes de esta crisis estaba por debajo de los 2.000$.
Una derivada con respecto a los precios, señala Antonio Antón, es que algunos fabricantes pueden aprovechar esta coyuntura para subir los precios, también, de los propios materiales.
«La escasez de contenedores y el aumento de los costes de transporte también están afectando al sector»
Este impacto, por ahora solo en el transporte, puede repercutir a toda la cadena de valor. El director Técnico y de Regulación de APPA Renovables, Javier Lázaro, asegura que «se trata de un coste directo que se debe tener muy en cuenta en la compra de los equipos que vienen directamente de China, siendo una variable más de la composición del precio final, ya que los fletes de un contenedor normal de 40 pies ha pasado de 1.000-1.500$ a encarecerse a más de 3.000$».
El sector deberá prepararse para afrontar la situación, sobre todo, porque a nivel político existen muy pocos avances. El co-CEO y cofundador de SotySolar, Daniel Fernández, estima que «la escasez de contenedores y el aumento de los costes de transporte también están afectando al sector. Muchas empresas están luchando por encontrar contenedores disponibles para enviar sus productos, lo que ha llevado a un aumento en los precios del transporte».
Para afrontar esta situación, Daniel Fernández cree que «adelantar los planes de instalación de fotovoltaica puede ser una buena decisión para aquellos que lo tengan en mente. Ésta será la manera de no sufrir la subida de precios que va a llegar durante el 2024».
¿Salvando el suministro?
El primer impacto visible se está dejando notar en los precios. El suministro también pende de un hilo. El directivo de Sumsol afirma que se ha pasado de periodos de entrega de 22 días a 45 días.
Daniel Fernández, de SotySolar, explica que «la crisis del mar Rojo está teniendo un impacto significativo en la cadena de suministro de las energías renovables. La interrupción del tráfico marítimo ha afectado directamente a la logística y al transporte de los componentes necesarios para la producción de energía renovable».
El origen es la clave de todo. «La mayoría de los paneles solares, turbinas eólicas y otros equipos necesarios para la generación de energía renovable se fabrican en Asia y se transportan a Europa y otros mercados internacionales a través del canal de Suez. La interrupción del tráfico marítimo ha provocado retrasos en la entrega de estos componentes, lo que ha generado problemas en la planificación y ejecución de proyectos de energía renovable». Daniel Fernández, no obstante, aclara que por el momento su empresa no sufre este impacto.
Aunque también hay voces dentro del sector que por ahora no perciben tantos impactos, por ejemplo en el caso de precios, aunque sí de suministro —y depende mucho dónde esté el proveedor—. El CEO de Octopus Energy en España, Roberto Giner, cuenta que «las empresas del sector cuya cadena de suministro tengan origen en Asia u Oriente Medio están experimentando retrasos en la entrega de sus mercancías, como sucede en otros muchos ámbitos económicos. Por el momento, donde no vemos un gran cambio es en los precios, pero tendremos que estar pendientes de la evolución».
Por contra, desde Norvento Enerxía dicen que no han «experimentado ninguna alteración en nuestra cadena de suministro, por lo que continuamos dando servicio a nuestros clientes con total normalidad».
El cofundador de Samara Energy, Manel Pujol, prefiere la prudencia, y recuerda que ha habido mucho trabajo anterior para que ahora la crisis no afecte tanto. «Las cadenas de suministro se han fortalecido a raíz de la situación vivida en 2022 donde los precios se dispararon debido al exceso de demanda y las navieras son capaces de readaptar sus rutas más rápidamente que en la anterior crisis —lo que hace que los precios hoy sean más estables—. Creemos que aún es pronto para estimar su repercusión; dependerá de la sucesión de acontecimientos, y aunque podría generar ligeras variaciones en los precios, no esperamos grandes cambios».
Qué se puede esperar a partir de ahora
A la espera de cómo evoluciona la ofensiva armada de Israel en Gaza, y qué posición toman los rebeldes hutíes, el sector energético contiene la respiración por la duración que pueda tener.
El director Técnico y de Regulación de APPA Renovables explica que «en el caso del precio de los contenedores puede ir a más, u ocasionar una falta de contenedores ya que muchos de los que salen de China son los devueltos por ejemplo de Europa. Si los días de tránsito aumentan en el viaje de ida, la cadena se acaba rompiendo porque los tiempos no encajan según lo previsto. Supongo también que no estaremos hablando de precios como en el 2021 donde llegaron a los 16.000-20.000$ por contenedor».
Desde SotySolar recuerdan que esta situación «está impactando la capacidad de algunas empresas para cumplir con sus objetivos de sostenibilidad y reducción de emisiones de carbono. Es importante que las empresas adopten medidas para mitigar estos riesgos y diversifiquen sus fuentes de suministro para reducir su dependencia del Canal de Suez».