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El nuevo listado de enfermedades para acceder a la pensión por incapacidad permanente
Estas incapacidades otorgan acceso a beneficios económicos, cuyo monto varía dependiendo del nivel de incapacidad determinadoEstas incapacidades otorgan acceso a beneficios económicos, cuyo monto varía dependiendo del nivel de incapacidad determinado
Hay algunos trabajadores que, por circunstancia de la vida, se ven obligados a dejar de trabajar teniendo una incapacidad permanente. Para llegar hasta este punto, es necesario realizar pruebas médicas o tener algunas de las enfermedades que el Estado entiende que pueden provocar este fenómeno.
Una enfermedad de incapacidad permanente es una condición médica que impide de manera definitiva a una persona realizar su trabajo habitual o cualquier otra actividad laboral. Esta incapacidad puede ser resultado de una enfermedad o un accidente, y su diagnóstico indica que las limitaciones no se revertirán a lo largo del tiempo.
Tipos de incapacidades permanentes
La incapacidad permanente se clasifica en varios grados según la gravedad de la discapacidad y su impacto en la capacidad de trabajar:
Incapacidad Permanente Parcial, que es cuando el trabajador puede continuar trabajando, pero la enfermedad reduce su capacidad laboral en al menos un 33%. Incapacidad Permanente Total, que impide al trabajador realizar su profesión habitual, aunque podría desempeñar otros trabajos.
Incapacidad Permanente Absoluta, en la que el trabajador queda inhabilitado, y gran Invalidez, que, además de no poder trabajar, el trabajador necesita asistencia de otra persona para realizar actividades básicas de la vida diaria.
Estas incapacidades dan derecho a prestaciones que pueden variar según el grado de incapacidad y la normativa del país, cuyo objetivo es mantener económica a estas personas y sus familias.
Listado de enfermedades de incapacidad en 2024
Las enfermedades que pueden dar derecho a una incapacidad permanente son aquellas que, debido a su gravedad, impiden a la persona afectada realizar su trabajo habitual o cualquier otra actividad laboral.
- Agorafobia
- Albinismo
- Alcoholismo
- Alzheimer
- Aniridia
- Apnea del Sueño
- Artritis Reumatoide
- Artrosis cervical
- Ataxia
- Cáncer
- Cardiopatía Isquémica
- Condromalacia Rotuliana
- Hernia discal
- Ictus
- Lesión medular
- Lumbalgia crónica
- Lupus
- Maculopatía
- Migraña
- Miopía Magna
- Narcolepsia
- Neuropatía cubital
- Parkinson
- Postpolio
- Radiculopatía Lumbar
- Retinopatía diabética
- Retinosis pigmentaria
- Rizartrosis
- Síndrome de Goldmann-Favré
- Síndrome de Marfan
- Síndrome de Ménière
- Síndrome de Raynaud
- Síndrome de Sjögren
- Síndrome de Südeck
- Síndrome de Tourette
- Síndrome del túnel carpiano
- Síndrome subacromial
- Siringomielia y Arnold Chiari
- Stargardt
- Trastorno Adaptativo Mixto
- Trastorno bipolar
- Trastorno de ansiedad
Cabe señalar que, cada caso se evalúa individualmente, pues no a todas las personas puede afectarle igual, si hay patologías que son reconocidas como causa de incapacidad permanente. Por eso es necesario consultar cada caso con un médico.
Cuantía de las pensiones de incapacidad
Las pensiones por incapacidad permanente se determinan en función de la base reguladora y el porcentaje aplicado según el grado de incapacidad reconocido y el tipo, sea parcial, total, absoluta, o de gran invalidez.
La prestación por incapacidad permanente parcial se activa desde el momento de la resolución. En los casos de incapacidad total, absoluta o gran invalidez, la pensión entra en vigor desde la fecha de la propuesta de incapacidad o desde la extinción de la incapacidad temporal. Si el solicitante no estaba dado de alta en la Seguridad Social, el derecho a la pensión se reconoce desde la solicitud.
Señalar que, las pensiones derivadas de enfermedad común o accidente no laboral se pagan en 14 mensualidades al año, con dos pagas extraordinarias. Por otro lado, si la incapacidad se debe a accidente de trabajo o enfermedad profesional, se abonan en 12 mensualidades, con las pagas extra prorrateadas. Estas pensiones se revalorizan anualmente y tienen garantizadas cuantías mínimas.
Finalmente, las pensiones por incapacidad permanente absoluta y gran invalidez están exentas del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF).