Las vías de Yolanda Díaz para limitar los sueldos de los directivos: de un acuerdo a impuestos
La vicepresidenta segunda apuesta por topar los sueldos de los máximos directivos del IBEX, pero sin dar una fórmula clara
Fue la propia vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, quien provocó, durante la firma del acuerdo para la subida del salario mínimo interprofesional (SMI), que los focos no estuvieran puestos en quienes menos cobran… sino en quienes más ganan. La líder de Sumar decidió que el debate no era sobre la conveniencia, o no, de subir los menores sueldos posibles (un 5% este año), sino que los directivos de las grandes compañías quizá no deberían recibir tanto.
¿Es posible limitar los salarios de directivos del IBEX que ganan cerca de diez millones de euros a año? Quizá no interviniendo en el mercado directamente pero, sin querer desvelar cómo hacerlo, la vicepresidenta adelantó por dónde irían los tiros, si su apuesta sigue adelante, para limitar unos sueldos que llegó a calificar de «excesivos».
En lo fundamental, la vicepresidenta explicó, a preguntas de los periodistas antes de clausurar unas jornadas sobre el futuro del empleo organizadas por el sindicato UGT, que hay tres vías fundamentales. Una, el acuerdo entre los principales actores sociales: no una norma de carácter legal, pero sí un compromiso entre trabajadores y empresarios para limitar estas retribuciones.
Un acuerdo a tres bandas
«La vicepresidenta segunda no ha propuesto ninguna medida con las retribuciones abusivas de nuestro país», indicó Díaz. «La Vicepresidencia Segunda lo que ha hecho es referir los datos que tenemos de distancia retributiva entre trabajadores y trabajadoras y sus directivos: los presidentes ejecutivos del IBEX 35 tienen retribuciones aproximadas de 10 millones, 174 veces más que las retribuciones de sus trabajadores«, abundó.
Este acuerdo sería similar al que firman cada tres años los sindicatos y las patronales, el Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva, que sienta unas guías para la revalorización de los salarios, entre otras cuestiones.
Otra vía pasa por la recuperación de una de las propuestas que Díaz incluyó en el acuerdo con el PSOE: la democratización de la gestión empresarial, la traslación a nuestro país del modelo alemán del ‘Mitbestimmung‘, mediante la inclusión de representantes de los trabajadores en los consejos de administración de las compañías. «Estoy segura de que si en el seno de los consejos de administración participaran los trabajadores y trabajadoras, creo que estos salarios, que son excesivos, no se producirían«, insistió la titular de Trabajo.
«En línea con el artículo 129 de la Constitución y en el marco del diálogo social, impulsaremos una participación más eficaz de las trabajadoras y trabajadores en el ámbito de sus respectivas empresas», dice el acuerdo entre el PSOE y Sumar, el punto al que se agarra Díaz para defender la llamada democratización de la gestión empresarial.
Más impuestos para estos sueldos
Si bien la participación de los trabajadores es un modelo bastante explotado en Europa, en nuestro país se trata de una rareza. Es más: el ejemplo que utiliza Díaz para defender su fórmula es el de una empresa pública que, precisamente por estar 100% participada por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), cuenta con representantes sindicales en el consejo de Administración.
La tercera vía que desgranó, por supuesto, pasa por la vía de los impuestos. Aquí la vicepresidenta se cuidó de no hablar de salarios sino de retribuciones y de las «posibilidades fiscales» para mejorar su contribución.. Es decir, incluyendo no solo el salario propiamente sino también lo que algunas empresas denominan como ‘primas‘ por acudir a las reuniones de los consejos de administración, por ejemplo.
En este debate tendrá a su lado a los sindicatos -el secretario general de la UGT, Pepe Álvarez, calificó de «pornográficos» los salarios del IBEX-, pero no a los empresarios. El presidente de la patronal CEOE calificó de «populismo» la propuesta y de «intervencionismo de república bananera». «Si queremos que los directivos de este país se vayan fuera de España, si queremos que el talento se vaya fuera de España, si queremos perder el tren, si lo que queremos no es crear riqueza, sino repartir la pobreza, pues juguemos ese partido», dijo.