El hachazo de Lagarde con los tipos: menos hipotecas y estanflación a corto plazo
La concesión de hipotecas se desploma al tiempo que el Banco de España calcula que recortará el crecimiento en un 1 punto porcentual del PIB en 2023 y 1,2 puntos en 2024
La subida histórica de los tipos de interés de referencia del Banco Central Europeo (BCE) ya se está dejando notar en la economía, que se está enfriando a un ritmo mayor de lo esperado. En poco más de un año, el banco central de la moneda única los ha disparado en 450 puntos básicos, una decisión sin precedentes para apagar el fuego inflacionario desatado tras la invasión de Ucrania.
El primer efecto lo está dejando notar el mercado inmobiliario, que ya encadena medio año de caídas en la concesión de hipotecas. Los últimos datos, correspondientes al mes de julio, arrojan un hundimiento del 18,8% de la firma de préstamos hipotecarios, en tanto que el tipo de interés medio escaló más de un punto hasta el 3,24%, el más caro desde agosto de 2016.
La contracción en el mercado inmobiliario es solo la primera señal de que la política monetaria ya está desplegando sus efectos. Los expertos apuntan que cada subida de los tipos de interés tarda en trasladarse a la economía real en torno a seis meses, por lo que los primeros incrementos comenzaron a dejarse notar a principios de año, en tanto que el último, de este mismo mes, seguirá trasladándose a la actividad hasta entrado 2024.
Los tipos restan el 1% del PIB
La subida de los tipos de interés del Banco Central Europeo tiene como objetivo principal atajar la inflación, pero esta es muy dispar en toda la zona euro. Por ejemplo, mientras los datos de Alemania siguen provocando pavor entre los gobernadores (cerró agosto, último dato disponible, en el 6,1%), la española se sitúa entre las más bajas del euro. Con todo, los efectos de las subidas de tipos son iguales para todos.
Según los últimos cálculos efectuados por el Banco de España, la subida de los tipos de interés ya ha afectado al crecimiento económico. En concreto, las del año pasado ya supusieron un recorte de 0,6 puntos porcentuales al crecimiento del producto interior bruto (PIB). De acuerdo con los últimos datos del INE, el año pasado la economía avanzó un 5,8%.
El estudio del supervisor apunta que los retardos en la transmisión de la política monetaria a la actividad van a suponer que el enfriamiento de la actividad derivado de los incrementos del precio del dinero se extenderán hasta, como mínimo, 2025. Así, este año va a suponer un recorte del crecimiento de un punto porcentual de PIB, mientras que será de 1,2 puntos el año que viene. El efecto en 2025 se reducirá hasta tres décimas de PIB aunque, apuntan desde la dirección de Economía del organismo, «estas estimaciones están sujetas a una elevada incertidumbre».
De acuerdo con las propias estimaciones del BdE, el crecimiento económico previsto para este año es del 2,3%, del 1,8% para 2024 y del 2,0% en 2025. En el primero de los casos, aún no se ha incorporado la revisión de los datos de la Contabilidad Nacional.
Más subidas de tipos, en el aire
Todo esto sin tener en cuenta que el Banco Central Europeo quizá no haya alcanzado aún el techo de los tipos de interés, a la vista de que el año próximo la inflación seguirá alta (la estimación del BdE es que repunte hasta el 4,3%). Este mismo miércoles, el miembro del comité ejecutivo del BCE Frank Elderson avanzó que el máximo puede estar todavía lejos. «¿Significa que las tasas de interés han llegado al máximo? No. Todavía hay mucha incertidumbre. Por ello tomamos las decisiones en cada reunión y según sean los datos», afirmó.
Mientras, el riesgo está en que la política monetaria no esté surtiendo suficientes efectos a la hora de controlar la inflación, pero esté limitando mucho el crecimiento económico, provocando el conocido fenómeno de la estanflación. De hecho, varios indicadores arrojan un crecimiento nulo o muy recortado (del 0%, según la Airef, y del 0,3%, de acuerdo con el Banco de España), mientras la inflación va a repuntar de aquí a final de año. Los datos de septiembre ya han arrojado un acelerón del 0,9 puntos, con la buena noticia de que la subyacente se ha recortado en tres décimas.
El profesor de OBS Business School Víctor Ruiz Ezpeleta apunta que la caída de los beneficios brutos en el sector industrial -muy intensivo en deuda y el más afectado por la subida de tipos de interés- ha sido del 40% en el segundo trimestre, de acuerdo con datos de la Central de Balances del Banco de España, empeorando los datos de los tres primeros meses del año, cuando cayeron un 15%. «En definitiva los datos son negativos: una caída de los beneficios del 40% es una caída muy importante que no termina de reflejar la recuperación que se anunciaba tras la pandemia y ello hace pensar en una desaceleración o incluso una estanflación en el corto o medio plazo«, prevé el experto.
Los tipos, de acuerdo con los expertos de Funcas Santiago Carbó y Francisco Rodríguez, van a influir significativamente en los mercados y, por ende, en el crecimiento. «Un tipo más alto podrá afectar el crecimiento futuro de las ganancias de las empresas, resultando en un crecimiento más lento», detallan, con sus posibles derivadas sobre los mercados de acciones y también en los de otros instrumentos financieros, como los bonos.