La jornada de Yolanda Díaz amenaza a los empleos del campo, industria, construcción y transporte

De acuerdo con la última EPA, son cinco los sectores donde, de manera efectiva, más impactará el recorte de jornada de 38,5 horas para este año

La vicepresidenta segunda del Gobierno y líder de Sumar, Yolanda Díaz, participa en un acto de la coalición con el que inicia un año marcado por las elecciones europeas, gallegas y vascas. EFE/JuanJo Martín

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Una vez pasada la pantalla del salario mínimo interprofesional (SMI), que firmará este mismo miércoles la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, con los líderes de UGT y CCOO, y con la reforma del subsidio por desempleo en ‘stand-by’, el Ministerio de Trabajo ya tiene una nueva carpeta a negociar con el diálogo social. Y se trata, probablemente, de la más importante y una destacada promesa electoral: el recorte de la jornada laboral.

La vicepresidenta Díaz y líder de Sumar retomó el asunto este lunes, dos meses después de reeditar el Gobierno de coalición, para abordarlo en el marco del diálogo social, con sindicatos y patronal. Los representantes de los trabajadores están por la labor y han insistido desde principios de año en reunirse ya para este tema. Los empresarios son más cautos y achacan las prisas al electoralismo, con Díaz y su partido, Sumar, queriendo tener un buen resultado en las elecciones gallegas del 18 de febrero.

El acuerdo de Gobierno establecía un recorte de la jornada laboral máxima en dos fases. Primero, pasar de las actuales 40 horas semanales a las 38,5 horas en 2024. Después, recortarlo hasta las 37,5 horas en 2025, para abordar la evolución a futuro (potencialmente, las 32 horas) en la mesa del diálogo social.

Cinco sectores en 2024, otros tres en 2025

2024 ya está avanzado y la reforma del Estatuto de los Trabajadores tardará aún unos meses, por lo que sus efectos se dejarán notar ya a mediados del año, si el Gobierno consigue sacarlo adelante. De acuerdo con los últimos datos de la Encuesta de Población Activa, fundamentalmente se dejará notar en cinco sectores: el campo, la industria, la construcción y el transporte.

Según estos datos del INE, en el tercer trimestre del año pasado el número medio de horas efectivas semanales que trabajaron los españoles, de ambos sexos y de todos los sectores (incluidos autónomos), fueron 36,9. Pero, por ejemplo, en las actividades del sector primario (Agricultura, ganadería, silvicultura y pesca) sus trabajadores emplearon de media 41,9 horas semanales. Los de la industria manufacturera, 38,7 horas. En el sector del suministro de energía eléctrica, gas y vapor fue de 39,8 horas. Los trabajadores de la construcción dedicaron 39,2 horas y los del transporte y almacenamiento, 39,9.

Estos son los campos que se verían afectados en la primera fase del recorte de jornada pero, a la luz de estos datos, hay otros tres que se verían afectados con el recorte a 37,5 horas: el comercio (37,6 horas), la información y las telecomunicaciones (37,9), las actividades inmobiliarias (37,6). En el resto ya se encuentran, de acuerdo con estos datos, en 37,5 horas de media o incluso por debajo.

Hasta 2,6 puntos menos de PIB

El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, fue muy crítico con la decisión de reactivar esta negociación justo ahora, tras cerrar el incremento del SMI. «Si reducimos la jornada, es otra subida implícita del SMI. Esto es, en cierta medida, engañar a las empresas y lo digo con claridad. Que hagan lo que tengan que hacer, pero el diálogo social así no funciona», aseguró antes de un evento en la sede de la patronal. Para el líder empresarial esto supondrá un golpe más para las empresas más pequeñas o sectores concretos, como el campo.

Según un estudio reciente elaborado por BBVA Research, el recorte de jornada tendrá un impacto en el producto interior bruto (PIB) de alrededor de 1,2 puntos en los próximos dos años, con un efecto superior en el empleo, de alrededor de 1,6 puntos, según los cálculos de BBVA Research. A largo, es superior: 2,6 puntos menos de PIB y 3,4 puntos menos de empleo.

«Los resultados preliminares de las estimaciones indican que, sin medidas compensatorias que alivien el aumento estimado de los costes laborales, el recorte del tiempo de trabajo restaría en torno a 6 décimas al crecimiento medio anual del PIB durante el próximo bienio y 8 décimas al del empleo», dice el documento.

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