La hipoteca «Tranquilidad» del Santander divide a los tribunales
La hipoteca es “abusiva y compleja” para cuatro jueces. Para tres, es una hipoteca “clara y sencilla”. Pero para ninguno es conveniente ni barata
La hipoteca “Tranquilidad” de Banco Santander, que fue vendida mayoritariamente en 2007 por el extinto Banesto, ha abierto un cisma judicial en el que los tribunales no se ponen de acuerdo. Para algunos magistrados, se trata de una hipoteca “abusiva y compleja”. Para otros, es un producto “claro y sencillo”. Pero de los razonamientos judiciales se puede extraer una conclusión común: ningún tribunal la califica como una hipoteca conveniente o barata. En cambio, algunos sí se atreven a concluir que es perjudicial porque obliga al cliente a pagar más intereses que con las hipotecas tradicionales.
Economía Digital ha tenido acceso a diez sentencias de hipotecas “Tranquilidad”. Cuatro completamente contrarias al Santander, tres favorables y otras tres en las que sólo ven algún tipo de irregularidad en las cláusulas pero no en todas. La hipoteca “Tranquilidad” es un producto que Banesto vendió en masa a jóvenes en el año previo al estallido de la crisis.
Se trata de un préstamo que ofrece una cuota fija durante los primeros diez años, pero con una subida de la cuota del 2,5% anual. A partir del décimo año, entra en vigor un sistema variable que podría ocasionar, al final de la hipoteca, en el 2047, una cuota extraordinaria que podría alcanzar hasta los 20.000 euros en función de los tipos de interés, según los clientes afectados.
«Abusiva» y «poco clara»
Una sentencia reciente del tribunal número 7 de Gavà (Barcelona), en la que el tribunal declara nula las cláusulas de intereses y amortización, se obliga al Santander a devolver todos los intereses cobrados al cliente y a fijar una nueva hipoteca sin ningún tipo de interés. La juez no sólo considera que las cláusulas son poco transparentes y abusivas, sino que también valora el producto financiero.
“Con la aplicación de este sistema el cliente llega a pagar más intereses ya que al pagarse al final cuotas mayores que al principio se tarda más en amortizar el préstamo y esto hace que se paguen más intereses ya que estos se calculan sobre el capital pendiente cada mes.”, razona la sentencia.
Otra sentencia del 6 de marzo de 2017 en Massamagrell (Valencia) también obliga al Santander a devolver todos los intereses a los afectados al considerar que no ha habido transparencia ni se les otorgó una oferta vinculante antes de firmar el contrato, es decir, un documento previo con el que los clientes se informaran con detalle de las condiciones de la hipoteca.
Hipoteca «Tranquilidad»: una sentencia de Gavà asegura que el sistema de intereses perjudica claramente al cliente
Un juzgado en Talabera de la Riena (Toledo) y otro en Tarancón (Cuenca) apuntan a que la hipoteca es compleja y no explica los riesgos “de forma exhaustiva”. En ambos casos, los jueces han ordenado reconvertirla en una hipoteca convencional con sistema francés y euríbor más 0,75% en un caso y el interés del “precio del dinero” en 2007 en el otro.
Las sentencias favorables al banco
Pero donde unos jueces ven condiciones abusivas, complejidades y cláusulas poco transparentes, otros perciben un producto completamente claro. Un tribunal de primera instancia en Oviedo dio la razón al primer cliente que demandó al Santander por este tipo de hipoteca, pero la Audiencia Provincial desmontó la sentencia y rechazó que sea un producto complejo.
“No es un sistema complejo sino distinto del habitual”, razona la Audiencia Provincial que da la razón al banco a pesar de que hace dos reproches. En el contrato figura que se trata de un sistema francés, cuando esa definición podría llevar a confusión por no serlo, y la entidad no acredita haber hecho una oferta vinculante a los clientes (es decir, otorgar el contrato antes de firmarlo para su estudio detallado).
Una sentencia de un tribunal de Santander también da la razón al banco homónimo al considerar que las cláusulas de esa hipoteca son “transparentes en plazo y método de amortización”. “No se trata de verificar si el precio es caro o barato, sino la condición general hace que el precio resulte distinto del que el consumidor creía haber pactado”, explica la sentencia.
El juzgado número 6 de primera instancia de Logroño decidió en diciembre de 2014 que el interés de la hipoteca es completamente claro: “está marcado en negrita y separado del resto de condiciones”. Por tanto, no se puede considerar que haya sido una condición poco transparente.
Hipoteca «Tranquilidad»: «el interés es completamente claro», dice una sentencia que defiende al banco
Todas los juicios ganados por los demandantes han sido recurridos por el Santander. Y viceversa. La entidad de Ana Botín ha aceptado negociar con algunos afectados. Uno de ellos incluso después de haber perdido el juicio en la Audiencia Provincial. El pacto de nuevas condiciones incluía una cláusula de confidencialidad.