La falta de presupuestos dificultará que las CCAA cumplan el déficit
Fedea cree que la falta de presupuestos para 2019 dificultará que las comunidades autónomas cumplan con el objetivo de déficit del 0,1%
Antes de las elecciones, Pedro Sánchez no consiguió que se aprobaran sus presupuestos para 2019 y se prorrogaron los de 2018. Ahora, la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) cree que esto tendrá repercusiones. Así, ha advertido de que la falta de unas cuentas nuevas para 2019 dificultará que las comunidades autónomas cumplan con el objetivo del déficit.
En un estudio la fundación se muestra pesimista sobre las perspectivas de que los gobiernos autonómicos puedan cumplir con el déficit este año, que se sitúa en el 0,1% del PIB. Esto se debe a que la falta de nuevos presupuestos impide actualizar las entregas a cuenta de 2019, reduciendo así tanto los ingresos autonómicos como los gastos estatales de este ejercicio en unas cuatro décimas del PIB.
Mientras que las comunidades han estimado en sus presupuestos unos ingresos superiores en casi 7.756 millones de euros a los ingresos no financieros de cierre de 2018, recibirán 4.739 millones de euros menos de entregas a cuenta y liquidación en 2019 respecto a lo presupuestado.
Fedea explica que este imprevisto no afectará a todas las CCAA de forma homogénea. Aún así, propone revisar los objetivos de déficit del Estado y las comunidades en 2019 y 2021 para neutralizar este efecto de carácter esencialmente contable, que generaría un deterioro aparente de las cuentas autonómicas.
Relajar el objetivo de déficit
En concreto, la Fundación de Estudios apuesta por modificar al alza en cuatro décimas el objetivo de déficit de las comunidades autónomas, hasta el 0,5% del PIB, y a la baja el de la Administración Central para 2019, procediendo de forma inversa en 2021.
En cuanto a los Presupuestos de 2018, Fedea recuerda que las distintas regiones cumplieron holgadamente su objetivo de cerrar con un déficit del 0,4% del PIB, ya que el dato final fue el 0,2%.
Esto se consiguió gracias a la contención del gasto, que creció casi 3.200 millones menos de lo previsto, compensando así los efectos negativos de los ajustes a Contabilidad Nacional y la desviación a la baja de la partida de resto de ingresos (los no incluidos en el sistema de financiación autonómica).