La deuda empresarial se dispara a máximos en más de dos años
El movimiento de crédito de corto a largo plazo y el efecto del ICO colocan en récord desde 2014 el volumen de préstamos con vencimiento hasta cinco años
El estado español no es el único que está incrementando su endeudamiento por las crisis del coronavirus: las empresas también. Solo en marzo y abril el sector privado ha firmado créditos con entidades financieras por 31.400 millones, incrementando su deuda total hasta los 471.500 millones; un 6% más que en diciembre de 2019 y un 4,8% más en hace un año. Es la cifra más alta desde febrero de 2018.
Estos datos, que publica el Banco de España, no incluyen préstamos ajenos a las entidades financieras -por ejemplo bonos emitidos y en manos de inversores internacionales-, por lo que el salto total en deuda podría ser mayor. Sin embargo, sí son suficientes para aportar una buena radiografía de que el tejido empresarial español, formado mayoritariamente por medianas y pequeñas empresas, están viéndose obligadas a asumir riesgo a largo plazo para tratar de aguantar el golpe económico de este año y el cierre de la actividad durante el estado de alarma.
La incertidumbre se nota en que las empresas están quitándose de encima los vencimientos más inmediatos y esquivar hipotéticos concursos. En abril, los créditos con vencimiento a un plazo inferior a doce meses se redujeron un 9,6%, pero sin que se produjeran amortizaciones netas. De hecho, entre marzo y abril, el 94% del incremento total de endeudamiento de las empresas -más de 29.700 millones-, se ha firmado a un plazo comprendido superior al año e inferior a cinco.
El Banco de España no lo desglosa, este movimiento probablemente estará ligado el programa de avales del ICO especial para el Covid-19, ya que la financiación con respaldo público se puede pedir a un plazo máximo de cinco años y las empresas -y los bancos- estarían optando por retrasar lo más posible la amortización de esta nueva deuda.
Estos importes es previsible que vayan a más. El proceso de concesión de avales ICO se ha agilizado en mayo y junio y en los próximos días se le dará otro importante empujón, cuando se reasignen a los bancos que más están utilizándolos, los excedentes de los que no han cubierto su cupo en el segundo, tercer y cuarto tramo del programa. Está previsto que el ICO dé ese paso el próximo 30 de junio.
Punto y aparte al proceso de desapalancamiento
Durante muchos años, la banca española ha visto contraerse año tras año su cartera crediticia. Los bancos dan por descontado que la pandemia va a generar un repunte de la morosidad, pero también está rompiendo esa espiral bajista en volumen de crédito, que puede ayudar al sector a mejorar sus ingresos (con los tipos en mínimos históricos, una subida del volumen de crédito, siempre que no esté en impago, impulsa el volumen de intereses a percibir).
Al contrario que las sociedades, las familias españolas están aprovechando la incertidumbre para amortizar préstamos y el volumen de créditos pendientes de pago cerró abril en los 506.793 millones, su cifra más baja desde junio de 2006, pero estas cancelaciones están siendo insuficientes para compensar los nuevos préstamos firmados por las empresas.
El efecto del coronavirus ha impulsado la deuda conjunta de las empresas y las familias españolas hasta los 978.298 millones: su máximo desde julio de 2018.