Juan Roig (Mercadona) y Ayuso 'se cuelan' en la batalla de Garamendi (CEOE) contra Cuerva en Cepyme

Las piezas van encajando en el puzle patronal a dos meses de que tengan lugar las elecciones en Cepyme, la organización empresarial de las pequeñas y medianas empresas, por cuyo control guerrean el actual presidente, Gerardo Cuerva, y el líder de la CEOE, Antonio Garamendi. Con el horizonte del 20 de mayo, la fecha en la que se celebrará la votación, asociaciones y figuras destacadas de la política y la economía toman posiciones.

Gerardo Cuerva se abrazó este miércoles, durante un encuentro con medios de comunicación, a unas palabras muy celebradas del presidente de Mercadona, Juan Roig, durante la presentación de los resultados de la entidad. El valenciano reclamó a los empresarios alzar la voz y «salir del armario».

«A todos les digo que hay que salir del armario, es muy cómodo hablar en privado. Salir aquí tiene su intríngulis, su riesgo. Aquí tienes que dar tus opiniones de empresario. Yo salgo a defenderlo porque estoy muy orgullosos de ser empresario», dijo Roig.

Unas palabras que comparte Cuerva y que, en el contexto actual, con el líder de las pymes enfrentado con el presidente de la patronal de las grandes empresas por el tono duro de sus críticas al Gobierno (la última vez, la pasada semana durante la entrega de los Premios Cepyme en presencia del jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez), cobran un gran significado.

«Para aquellos que somos empresarios, y yo me honro de serlo, siempre una figura como Juan Roig es un modelo al que pretendes asemejarte», defendió Cuerva.

Este alzar la voz es algo que Cepyme lleva diciendo años, defiende el candidato a la reelección como presidente patronal, ya que «si no nos defendemos los empresarios, ¿quién lo hará?». «Como empresario y como presidente de Cepyme me siento muy identificado por las palabras de Juan Roig», incidió en el citado encuentro.

Y no solo él, ya que, según el propio Cuerva, decenas de empresarios le trasladaron sus felicitaciones después de intervenir y abroncar al presidente del Gobierno por, entre otras, la subida del salario mínimo interprofesional (SMI) o los planes para el recorte de jornada.

Además de abrazar las palabras de Roig, este miércoles Cuerva recibió el apoyo más implícito que explícito de un importante actor de la vida política española. El Gobierno de la Comunidad de Madrid, presidido por la ‘popular’ Isabel Díaz Ayuso, reclamó ayer que las patronales tengan «personas al frente que defiendan los intereses de empresarios, autónomos y pymes» y denuncien los «desmanes» del Ejecutivo de Pedro Sánchez.

«Están siendo paganos de los desmanes del Gobierno central con subidas de impuestos generalizadas, un marco laboral que es un auténtico caos, y el maquillaje que realiza la vicepresidenta del Gobierno [Yolanda Díaz] de los datos de demandantes de empleo», exigió el ‘número dos’ de Ayuso, el portavoz y consejero Miguel Ángel García Martín.

La opinión del Gobierno de Ayuso no es baladí, puesto que la líder madrileña avaló un manifiesto de Cepyme muy duro con el Ejecutivo de Pedro Sánchez el pasado verano, el evento que se considera como el punto de no retorno en la relación entre ambos líderes patronales.

Cuerva se va a medir en las elecciones del 20 de mayo con Ángela de Miguel, la presidenta de CEOE Valladolid que ha sido apadrinada por Garamendi para dar la batalla por el control de la pyme.

En su primera entrevista como candidata, en el diario ABC, la abogada cuestionó que Cepyme haya dejado «la silla vacía» en algunas reuniones del diálogo social, algo que Cuerva negó tajantemente.

«Poner en duda eso es faltar al trabajo de Cepyme (…) Jamás ha faltado ningún profesional de Cepyme a sus obligaciones. No comparto en absoluto estas declaraciones», zanjó.

Mientras, Garamendi trabaja por su lado para atar los apoyos que le permitan colocar a su candidata al frente de Cepyme. Como ha informado ECONOMÍA DIGITAL, ya tiene a la patronal valenciana de su parte y, precisamente este miércoles, pidió junto a Salvador Navarro, presidente de la CEV, bajar el tono de la crispación política. También lo va a intentar en Andalucía, aunque ese es territorio de Cuerva y lo tiene más complicado.

Mientras, hay un rayo de esperanza para el empresario vasco: Cuerva dio marcha atrás en la supresión del voto delegado para esta convocatoria electoral, lo que permitiría al aparato patronal recabar los votos suficientes a uno u otro lado de la