El invierno toca a la puerta: con estos aparatos puedes ahorrar en la calefacción
Con la llegada del invierno, aumenta la preocupación por rebajar la factura de la energía
A tan solo unas semanas de dar la bienvenida al invierno y al nuevo año, las temperaturas que están marcando los termómetros son cada vez más gélidas. Sin embargo, son muchos los consumidores que temen encender la calefacción o incrementar la potencia por la subida exponencial que puede aguardarles en el próximo recibo.
Para ahorrar en la energía, es clave contratar los suministros con la compañía que ofrezca la mayor cantidad de prestaciones al mejor precio, pero también prestar atención al consumo para adaptarlo a las horas en las que el coste es más reducido.
No obstante, en pocas ocasiones se piensa en el sistema de calefacción, un factor que puede contribuir enormemente a reducir la factura energética. A continuación, te mostramos las opciones más baratas, según un estudio elaborado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).
Bomba de calor
El sistema más económico es el aire acondicionado que opera con una bomba de calor, un sistema con el que se intercambia energía con el exterior para calentar o refrigerar la vivienda. Sin embargo, conviene tener en cuenta que existen distintos tipos.
El más barato es el aire acondicionado con bomba de calor aire-aire. Con este sistema, en el que la energía térmica del exterior se usa para calentar o refrigerar el aire de dentro de la casa, el coste anual de la energía para una vivienda de 90 metros cuadrados se sitúa en los 241 euros.
Existen bombas de calor aire-aire y aire-agua
Otra opción es la bomba de calor aire-agua, conocida bajo el nombre aerotermia. En este caso, la bomba calienta el agua de un circuito, similar a lo que hace una caldera, por lo que es ideal para viviendas de obra nueva o cuando se realiza una reforma completa.
También se trata de una opción considerablemente económica, puesto que el coste energético anual es de unos 306 euros, según los cálculos de la organización.
Caldera de condensación
Entre los sistemas de calefacción más baratos se encuentran, asimismo, las calderas de condensación. Pues, los usuarios que cuentan con este tipo de sistemas desembolsan aproximadamente unos 308 euros por la energía cada año.
A través de estas calderas se puede calentar la vivienda y también abastecerla de agua caliente. No obstante, conviene tener en cuenta que muchas de ellas no son de condensación, por lo que no son eficientes energéticamente.
Estufas y calderas de biomasa
Los usuarios también pueden decantarse por las estufas de pellets y calderas de biomasa, que aprovechan los residuos orgánicos de las podas o los huesos de aceitunas. Mientras que las estufas distribuyen aire caliente, las calderas calientan un circuito de agua que distribuye el calor con radiadores o suelo radiante.
Se trata de una opción ideal para las viviendas que dispongan de una gran superficie, puesto que para utilizarlas es necesario almacenar sacos de pellets o huesos. Además, las calderas requieren de un depósito en el que almacenar la biomasa. El coste anual de la energía con este tipo de sistemas ronda los 559 euros.
Acumuladores y radiadores eléctricos
A pesar de que son muy fáciles de instalar, uno de los sistemas menos recomendables para las personas que quieran ahorrar energía son los acumuladores y radiadores eléctricos. A través del consumo de electricidad, calientan unas resistencias eléctricas y generan energía.
Teniendo en cuenta que coste energético en el transcurso de un año puede superar los 1.000 euros, la organización aconseja el uso de estas opciones para calentar hogares en los que apenas se vaya a utilizar, como la segunda residencia.