Frenazo de la inversión en el tercer trimestre: construcción e industria ahondan su crisis
La caída de la inversión en construcción (-2,2%) arrastra el dato de la formación bruta de capital fijo, ambos síntomas de los efectos que está provocando la subida de los tipos de interés
Los datos de la Contabilidad Nacional del Trimestral del tercer periodo de este año han arrojado buenas noticias. En primer lugar, y a pesar de la ralentización económica, el producto interior bruto (PIB) de nuestro país siguió avanzando, aunque a una tasa más moderada (0,3%) que en el primer semestre del año.
La segunda buena noticia vino por la fortaleza de la demanda interna. El crecimiento se ha sustentado en el consumo de los hogares, que avanzó un vigoroso 1,4% en comparación con el trimestre previo, tras un arranque de año en el que la demanda externa había sustentado el ritmo de la actividad. La rebaja de la inflación así como los buenos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) de julio, agosto y septiembre, con una creación de más de 200.000 puestos de trabajo, han permitido un dinamismo en el mercado laboral compatible con un mayor consumo de las familias.
Sin embargo, la inversión productiva, lo que en términos de Contabilidad Nacional se conoce como formación bruta de capital fijo, retrocedió un 0,4%, lo que aún la aleja más de los niveles prepandemia que aún no ha recuperado. Una caída debida, en gran parte, al desplome de la inversión en construcción, que se contrajo un 2,2% en comparación con los tres meses anteriores. Entre abril y junio este mismo concepto avanzó un 3,5%. La mayor caída vino por parte de la construcción no residencial (-3,3%), aunque también se produjo un notable retroceso en la construcción de viviendas (-0,9%).
Los tipos enfrían la inversión
Un desplome que es consecuente con el enfriamiento que está provocando la subida de los tipos de interés en la economía. Tras diez subidas consecutivas, y a pesar del parón en el ritmo de subidas aprobado esta misma semana, el coste de la financiación se ha disparado en poco más de un año, lo que ya se está trasladando al tejido productivo a través de menores inversiones. En términos interanuales, la inversión se aceleraba hasta el tercer trimestre del año pasado, cuando marcó un 4%. A partir de ahí se frenó, con caídas interanuales hasta el segundo trimestre del año (avanzó un 1,7%), pero que se ha vuelto a resentir en comparación con el mismo periodo del año anterior hasta el 0,6%.
Por contra, la inversión en bienes de equipo ha avanzado un 2% en comparación con el trimestre previo, cuando se desplomó un 1,8%. Ahora bien, esto no evita que en términos interanuales la inversión siga siendo negativa (-1,4%).
Se crea empleo pese al retroceso
Por el lado de la oferta, los datos son también congruentes con un menor peso de la inversión. Así, la aportación de la industria y de la construcción al crecimiento ha sido negativa en este tercer trimestre (-0,6%, en ambos casos), aunque con un buen comportamiento de la industria manufacturera (0,8% más). Ambos sectores son muy intensivos en deuda, por lo que el endurecimiento de las condiciones financieras y el enfriamiento de la actividad del verano los ha golpeado con fuerza. Las caídas de este trimestre han provocado que el ritmo de crecimiento interanual también se desacelere, recortándose al 0,5%, en el caso de la industria, y al 1% (se deja más de un punto), en el caso de la construcción.
También, en el caso de la industria, ha afectado la ralentización en el sector exterior, que ha restado vigor al dato intertrimestral, sobre todo por la caída de las exportaciones de bienes, que se desplomó un 3,6%.
Y, a pesar de ese retroceso en la actividad en ambos sectores, siguieron creando empleo, tanto en horas trabajadas como en puestos de trabajo a tiempo completo, que es como lo mide el INE. En el caso de la industria, las horas trabajadas aumentaron un 1%, mientras que los puestos de trabajo son un 0,2% más que hace un año. En la construcción las horas trabajadas avanzaron un 0,5%, en tanto que los trabajos a tiempo completo fueron el 3,6% superiores.
La caída de la inversión ha sido la principal preocupación a ambos lados del tejido productivo. Por el lado patronal, la CEOE ha señalado en un comunicado que la subida de los tipos de interés está impactando de lleno en las decisiones de consumo e inversión de familias empresas, haciendo notar que este es «un escenario que puede lastrar la actividad y el empleo». Para los trabajadores, en palabras del sindicato UGT, la política monetaria está «ejerciendo de freno» en la actividad, dificultando la posibilidad de entrar en operaciones a largo plazo, sobre todo en el caso de las pequeñas empresas.
Si bien el Banco Central Europeo (BCE) ha hecho un parón temporal en las subidas de tipos -aunque los expertos señalan que la política monetaria ya ha tocado techo-, los baremos de referencia del supervisor bancario seguirán altos durante, al menos, todo el año que viene, cuando aún se prevé una inflación en niveles por encima del 2% de referencia. Y la posibilidad de unos precios aún al alza puede afectar de lleno a la tan necesaria inversión.