El IMSERSO explica los requisitos para no perder la pensión no contributiva en 2025

Las pensiones no contributivas del IMSERSO ofrecen un ingreso mínimo a quienes no han podido acumular suficientes cotizaciones. Sin embargo, conservar este apoyo requiere cumplir con requisitos estrictos. Las regulaciones establecidas para 2025 siguen siendo claras, por lo que todo aquel que cumpla con estos requisitos tendrá la opción de solicitar este tipo de prestación.

En España, las prestaciones no contributivas son gestionadas por las comunidades autónomas y el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO). Por ello, las personas beneficiarias deben tener en cuenta las particularidades administrativas de su lugar de residencia, ya que ignorarlas podría generar problemas, e incluso la pérdida de la pensión. La clave para conservar esta ayuda es notificar cualquier cambio relevante. Es fundamental mantener actualizados todos los datos relacionados con la situación familiar, los ingresos y la composición del hogar, evitando así sanciones derivadas de posibles omisiones.

Requisitos para obtener la pensión no contributiva del IMSERSO

La pensión no contributiva de invalidez exige ser mayor de 18 años y menor de 65, residir en España y presentar una discapacidad igual o superior al 65%. Además, los ingresos deben estar por debajo del límite establecido. Por otro lado, para acceder a la pensión no contributiva de jubilación, es necesario tener más de 65 años, residir en territorio español y carecer de recursos suficientes.

El incumplimiento de alguna de estas condiciones puede resultar en la pérdida de la pensión no contributiva, especialmente si no se comunican cambios en la situación familiar o de ingresos, se supera el límite de renta establecido o no se presenta la declaración anual de ingresos dentro del plazo estipulado. Este último requisito es crucial, ya que permite verificar que las condiciones para seguir recibiendo la ayuda continúan siendo válidas.

Aumento de la pensión no contributiva en 2025

A partir del ejercicio de 2025, la pensión no contributiva experimentará un aumento significativo, como parte de la política del Gobierno para alcanzar, a finales de 2027, el 75% del umbral de la pobreza en esta pensión. Esta medida responde a la necesidad creciente de garantizar que la pensión no contributiva proporcione un nivel mínimo y digno de vida a quienes la reciben.

De hecho, en 2025, la pensión no contributiva aumentará un 5,5%, elevándose a 543 euros mensuales o 7.600 euros anuales. Este incremento supera incluso el de las pensiones contributivas, lo que resalta su objetivo de llegar a quienes más lo necesitan.

Para 2027, se prevé un aumento de hasta el 22%, alcanzando los 595 euros mensuales. Este ajuste es necesario para contrarrestar los efectos de la inflación, que en los últimos tres años ha incrementado el costo de vida en un 38%. Este paquete de medidas demuestra el esfuerzo por combatir la pobreza mediante las pensiones no contributivas.