El IMSERSO ofrece un bono extra de 500 euros a los pensionistas que cumplan estos requisitos

El Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO) ha anunciado una nueva ayuda de más de 500 euros orientada a aquellos pensionistas que sufren una situación de vulnerabilidad económica y cobran una pensión inferior a la media. Para poder beneficiarte de esta ayuda se deben cumplir una serie de requisitos.

En España, aproximadamente 6,5 millones de personas reciben una pensión de jubilación, lo que representa la mayoría de las pensiones contributivas abonadas por la Seguridad Social. El número total de pensionistas asciende a unos 9,25 millones, ya que algunos reciben más de una prestación debido a diferentes circunstancias personales o familiares​.

Dentro de los jubilados hay diferentes tipos de pensiones que se diferencian por la cuantía final y los años de cotización. Para aquellos pensionistas que no han superado los 15 años de cotización, existe la pensión no contributiva. El resto cobran pensiones contributivas que van desde los 800 hasta más de 3.000 euros mensuales.

Qué pensionistas pueden cobrar el bono de más de 500 euros

Este bono de 525 euros se entrega en un único pago anual y está reservado para un grupo específico de jubilados, ya que existen requisitos claros para poder solicitarlo. El primero es que el solicitante debe recibir una pensión de jubilación o invalidez en su modalidad no contributiva, reconocida por la Seguridad Social.

Además, el pensionista debe vivir de alquiler, no ser propietario de una vivienda en ningún lugar de España y figurar como titular en el contrato de arrendamiento de su vivienda habitual.

Para acceder a la ayuda, es imprescindible presentar la solicitud antes del 31 de diciembre del año en curso. Además, si en una misma vivienda alquilada residen varias personas con pensiones no contributivas, solo el titular del contrato de arrendamiento o, en caso de que haya varios, el primero en solicitarlo, podrá recibir el complemento.

Qué son las pensiones no contributivas

Las pensiones no contributivas están diseñadas para proporcionar ingresos básicos a personas mayores de 65 años o con una discapacidad de al menos el 65%, quienes enfrentan dificultades económicas. En promedio, estas pensiones oscilan entre los 121 y 484 euros al mes, una cantidad que suele ser insuficiente para cubrir los gastos básicos. Este complemento de 525 euros representa, por tanto, una ayuda fundamental para quienes dependen de estas pensiones.