Huelga en CatalunyaCaixa contra los despidos
El BBVA ha rebajado a unos 1.600 los afectados por el ERE pero los sindicatos creen que no es suficiente y piden más medidas voluntarias
El sector bancario ha sufrido importantes recortes en los últimos años como consecuencia de la crisis económica y del proceso de concentración que está experimentando. CatalunyaCaixa es una de las entidades más afectadas, que ha pasado de cerca de 10.000 trabajadores en 2010 a unos 4.600 actualmente, después de la fusión de varias cajas catalanas y de la entrada del FROB. Ahora, con de la integración en el BBVA, la plantilla podría quedar en unas 3.000 personas.
Para minimizar esta nueva ola de despidos, la plantilla ha iniciado las huelgas este mismo miércoles, con un paro de una hora, de 1 a 2 del mediodía, que se ha celebrado en todas las oficinas junto con una concentración ante la sede de la entidad en la plaza Antoni Maura de Barcelona. Si la propuesta de la dirección del BBVA no mejora sustancialmente en los próximos días, la huelga pasará a ser de toda una jornada, la del próximo miércoles 29.
Una integración dolorosa
El BBVA anunció a principios de junio la intención de presentar un expediente de regulación de empleo (ERE) para despedir a 2.000 empleados de CatalunyaCaixa y de cerrar 400 oficinas. Las indemnizaciones ofrecidas son de 30 días por año trabajado con un máximo de 24 mensualidades, más una prima por voluntariedad, según han explicado fuentes sindicales. La empresa prefiere no hacer comentarios sobre las negociaciones.
La dirección del banco redujo los despidos a 1.900 y, en la última reunión celebrada este mismo martes, ha propuesto excluir del ERE a los 294 empleados de las 43 oficinas de CatalunyaCaixa fuera de Cataluña. Además, ha elevado el número de prejubilaciones de 520 a 629, con los empleados a partir de 55 años, según ha explicado Jorge Villarino, miembro de CCOO en el comité de empresa del banco.
Avances insuficientes para los sindicatos
Los representantes de los trabajadores consideran insuficientes estos avances y piden que se reduzca el número de despidos, que se apliquen medidas voluntarias y prejubilaciones y que dichas medidas se trasladasen a la plantilla del BBVA.
Con todos los recortes sufridos por la plantilla de CatalunyaCaixa en los últimos años, especialmente en 2013, el número de empleados de más de 55 años susceptibles de ser prejubilados se ha reducido notablemente. Por eso el comité de empresa pide que se ofrezca también a la plantilla del BBVA en Cataluña, pero «el banco se niega rotundamente a trasladar las salidas voluntarias al BBVA», ha explicado Lídia Herrero, secretaria del sector financiero de la UGT de Cataluña.
Medidas voluntarias en el BBVA
Si se trasladan dichas medidas a la plantilla del banco que preside Francisco González se reduciría el impacto del ERE ya que trabajadores de la antigua caja podrían cubrir vacantes en oficinas del BBVA. Sin embargo, la intención del banco es la contraria, según los sindicatos: cubrir bajas de CatalunyaCaixa con trabajadores del banco. El motivo, que sus condiciones laborales son peores que las de los trabajadores de la ex caja.
Los sueldos y las condiciones laborales son otro de los caballos de batalla de las negociaciones. La dirección del grupo quiere equiparar las condiciones de los trabajadores de CatalunyaCaixa con las de los empleados del BBVA, y lo harían con una congelación salarial de los primeros: «Nos quieren congelar el sueldo de por vida», ha asegurado Lídia Herrero.
Se agota el plazo
El comité de empresa ha pedido a la dirección una nueva reunión esta misma semana, que podría celebrarse el viernes. Si las posiciones no se acercan, el miércoles que viene la huelga será de toda la jornada, como ya hicieron en 2013. Los trabajadores quieren aumentar la presión este final de julio ya que la empresa se ha puesto como tope para llegar a un acuerdo el 31 de julio, según los sindicatos.
Desde el BBVA, no han confirmado ni desmentido este plazo pero han subrayado su intención de llegar a un acuerdo, «como ya se ha hecho en otros procesos de integración». Si no hay acuerdo, el banco podría presentar el ERE ante las autoridades laborales, lo que abriría un periodo de negociación oficial de un mes para intentar llegar a un pacto entre las partes.