Los hoteleros vuelven a fijarse en Barcelona después de los acercamientos de Collboni
La capital catalana recupera atractivo para los grandes inversores, después de exprimir Madrid y Andalucía
Barcelona vuelve a llamar la atención de los grandes inversores del sector hotelero. La capital catalana escala posiciones en el ranquin de destinos urbanos que más atraen a los operadores, después de los acercamientos del nuevo gobierno municipal encabezado por Jaume Collboni y tras de arrasar en otros municipios. En los últimos años, el interés del sector por la ciudad se había reducido por la gestión de la anterior alcaldesa, Ada Colau.
Así se desprende de un reciente estudio elaborado por la división hotelera de la consultora Cushman & Wakefield. Según la empresa, Barcelona ocupaba el sexto puesto entre las ciudades turísticas de la Península Ibérica que más atraían a los inversores en 2021, estando superada por Madrid, Málaga, Sevilla, Lisboa y Porto. Por el contrario, en el primer semestre de 2023 escaló hasta la tercera posición, solamente por debajo de la capital y por la ciudad ubicada en la Costa del Sol.
Bruno Hallé, socio y codirector de Cushman & Wakefield Hospitality en España, explica a Economía Digital que, en parte, este incremento de posiciones se ha dado por el cambio en el gobierno municipal, que, de momento, se ha mostrado más amable con el sector turístico. Aunque todavía no ha habido ningún cambio substancial traducido en una nueva legislación, el gobierno del PSC ha abierto a la puerta a, por ejemplo, permitir algunas operaciones en hoteles emblemáticos del centro de la ciudad a cargo de operadores igual de conocidas. Hallé indica que los empresarios ven con buenos ojos estos rumores, aunque, con los precios tan elevados, las grandes inversiones seguirán estando limitadas.
Hace apenas semanas saltaron titulares que aseguraban que el nuevo alcance había pactado con Junts levantar la moratoria hotelera que prohíbe construir nuevos hoteles en el centro de la ciudad y limita el número de habitaciones que pueden tener los establecimientos ya existentes cuando son reformados. Dicha normativa se encuentra desarrollada en el Plan Especial Urbanístico de Alojamiento Turístico (Peuat) aprobado en 2017 por el ejecutivo de Colau.
Sin embargo, los socialistas solamente se abstuvieron en una propuesta de los de Xavier Trias en el seno de la Comisión de Uranismo, Movilidad y Vivienda de Barcelona que instaba a modificar el Peuat, con una propuesta que contempla el aval a proyectos «singulares» de hoteles en las zonas más turísticas de la ciudad, incluyendo el Eixample o Ciutat Vella. Poco después, Laia Bonet, teniente de alcalde, aclaró que se abrían a modificar el plan urbanístico para adaptarlo a la nueva normativa de la Generalitat sobre los pisos turísticos, dejando en el aire un giro substancial en esta materia.
Madrid ya cuenta con las principales marcas
Más allá de los entresijos de la Plaça Sant Jaume, Barcelona ha vuelto a ser el foco de la inversión hotelera, después que los grandes operadores, sobre todo del segmento del lujo, ya hayan exprimido otros puntos como Madrid, Málaga o Sevilla.
La capital siempre ha sido más benevolente con el sector hotelero y, en este sentido, en los últimos años han aterrizado en la ciudad grandes marcas internacionales como Four Seasons o Thomson, propiedad de Hyat. Una vez instalados en Madrid, explica Hallé, baja la probabilidad de que se cierren más operaciones de gran escala a corto plazo. Además, los precios de los inmuebles están disparados y cada vez hay menos disponibilidad en el centro, lo que también enfría todas estas inversiones.
Con todo esto, la capital catalana lideró en el primer semestre del año la inversión del segmento lujo. Según datos de la consultora Colliers, la ciudad concentró 459 millones de euros en inversiones, el 33% del total en España, que alcanzó los 1.383 millones de euros. Barcelona anotó estos registros, básicamente, gracias a la venta de los hoteles Sofía y Mandarin, por 200 millones de euros cada uno.
Estas cifras muestran como la inversión en el sector lujo se ha reactivado en los últimos meses. Durante los años en los que ha estado activa, la moratoria hotelera se ha llevado por delante grandes aperturas como un Four Seasons proyectado en el paseo de Gràcia o el Gran Hyatt en Glòries.