Los hogares españoles destinan cerca de 7 años de renta para comprar una vivienda
La cifra marca el nivel más bajo desde que se inició el registro en enero de 2019, según los datos de Caixabank Research
El hogar típico español destinó 6,8 años de renta para comprar una vivienda en diciembre del año pasado. La cifra muestra una ligera disminución desde los 6,9 años del año anterior y marca el nivel más bajo desde que se inició el registro en enero de 2019, alejándose del máximo de 7,3 años en marzo de 2021.
Así lo revelan los datos de CaixaBank Research, que también revelan que las comunidades autónomas donde es necesario contar con más años de renta para comprar una vivienda son la Comunidad de Madrid, con 11 años; Baleares, con 10 años; y País Vasco, con 8,8 años. Cataluña también está por encima de la media, con 7,8 años.
Navarra, con 4,9 años; Galicia, con 4,8 años; Aragón, con 4,7 años; Región de Murcia, con 4,3 años, y La Rioja, con 4,3 años, son algunos de los territorios que se sitúan por debajo de los cinco años de renta necesaria.
En el otro extremo, las regiones donde se necesitan menos años de renta son Castilla-La Mancha (3,5 años), Extremadura (3,6 años) y Castilla y León (3,8 años), entre otras.
San Sebastián, la capital donde se necesitan más años de renta
En las capitales de provincia, San Sebastián lidera la tabla con 14,56 años, seguida de Madrid con 13,58 años, y Barcelona con 12,28 años. Le sigue Bilbao, con 10,13 años; Cádiz, con 9,55; Palma de Mallorca, con 9,43; Málaga, con 8,83; Sevilla, con 8,18; Vitoria, con 7,56, y A Coruña, con 7,31.
Menos de cinco años también los destinan los hogares en Burgos, Logroño, Murcia, León, Teruel, Ourense, Cáceres, Cuenca, Jaén, Palencia, Soria y Lugo. Tras la capital en la que un hogar debe destinar menos años de renta para tener una vivienda es Ciudad Real, con 3,62 años, se encuentra Ávila, con 3,77; Zamora, con 3,8; Lleida, con 3,98, y Castellón, con 3,99.
Cabe recordar que la ratio de accesibilidad a la vivienda en propiedad mide el número de años de ingresos laborales netos que el hogar mediano debe destinar a la compra de una vivienda en la zona geográfica, donde un valor más alto indica una mayor dificultad para acceder a la vivienda en propiedad.