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Experto aclara qué tipo de hipoteca sería la ideal con las últimas bajadas del Euríbor
Antonio Gallardo, de la Asociación de Usuarios Financieros, anima a los usuarios a negociar con sus bancos para obtener mejores condiciones en sus préstamos
Las últimas bajadas del Euríbor (Euro Interbank Offered Rate), el indicador que se suele utilizar como referencia en los préstamos hipotecarios de las entidades financieras, han hecho plantear a muchos usuarios la opción de renegociar sus hipotecas con sus bancos. Después de meses en los que quien tuviese una hipoteca variable no ha parado de ver como su cuota mensual no dejaba de aumentar, el descenso del indicador abre nuevas oportunidades.
Ante esta situación, la pregunta de muchos, tanto los que ya tienen una hipoteca como los que están pensando en contratarla, es qué deben hacer y a qué tipología de hipoteca optar, si variable, fija o mixta.
Antonio Gallardo, de la Asociación de Usuarios Financieros (ASUFIN), ha sido muy claro en el programa La Hora de la 1. El experto anima a los usuarios a negociar con sus bancos ahora que es «un buen momento», pues «el Euríbor está anticipando bajadas del Banco Central Europeo y estas bajadas van a seguir siendo importantes», recalca.
Gallardo explica que, muchas veces, «lo que quiere el consumidor no es lo que ofrecen los bancos. Es decir, estoy seguro de que muchos consumidores si les ofrecen una buena hipoteca fija al 2 o 2,5% la cogerían, por mucho que tengamos una tendencia clara de que van a bajar los tipos el próximo año y seguramente hasta 2026″.
Buscando las hipotecas fijas
A la hora de contratar un préstamo hipotecario para adquirir una vivienda, es habitual comparar distintas ofertas de las diferentes entidades financieras. Variables como el tipo de interés, el porcentaje a financiar, los años máximos del préstamo o los requisitos de vinculación exigidos –es decir, cuando un banco ofrece mejores condiciones para la hipoteca a aquellos clientes que tienen otros productos contratados con esa misma entidad– pueden hacer decantar al comprador hacia un banco u otro.
Las hipotecas fijas son aquellas que tienen una misma cuota cada mes, pues el tipo de interés no varía en función de ningún indicador. En cambio, las variables no tienen un interés fijo a lo largo del tiempo que dura el préstamo, sino que fluctúan dependiendo de un indicador, generalmente el Euríbor. Así, el interés que se acaba pagando se compone de dos partes: el Euríbor más el diferencial determinado por el banco.
De esta manera, las cuotas de una hipoteca variable cambian cada mes, y pueden aumentar o disminuir en función de cómo fluctúe el Euríbor. Si este sube, se pagarán más intereses y, por lo tanto, las cuotas mensuales aumentarán; pero si baja, se pagarán menos intereses y las cuotas disminuirán.
Gallardo apunta que actualmente está habiendo una nueva subida de estas hipotecas de tipo variable y de tipo mixto, y que «parece que los bancos esconden otras hipotecas«, en referencia a las de tipo fijo.
No obstante, insta a los usuarios a negociar: «un buen tipo fijo sería del 2,5% y si es más bajo, mejor«, señala, aunque también hay que tener en cuenta que, frecuentemente, los bancos, para llegar a este porcentaje, ponen sobre la mesa «ofertas con mucha vinculación«.
Es decir, en muchos casos, las entidades exigen al cliente contratar una serie de productos adicionales para acceder al préstamo hipotecario a cambio de unas mejores condiciones en la hipoteca, como pueden ser:
- Domiciliación de la nómina
- Domiciliación de la cuenta corriente
- Tarjetas de crédito o débito
- Contratar un plan de pensiones
- Contratación de seguros de vida, hogar y/o de protección de pago
«Al final les obligan contratar muchos productos. Y eso hace que la negociación sea más compleja, porque hay que sopesar si merece la pena negociar un poco el tipo a la baja contratando estos productos o un poquito más al alza«, concluye el experto.