El hidrógeno verde se queda sin recorrido: «Sólo los proyectos mejor posicionados sobrevivirán»
Los elevados costes de producción hacen que no sean rentables sin subvenciones
El hidrógeno verde es una de las alternativas energéticas en las que se han puesto muchas esperanzas en los últimos años para descarbonizar la economía. Sin embargo, los elevados costes de producción de la materia prima en comparación a los combustibles fósiles la hacen poco rentable, algo que provocará que solo los proyectos mejor posicionados acaben sobreviviendo en Europa.
Son las conclusiones del informe ‘Selección natural en el hidrógeno verde: Solo quedarán los mejores’, elaborado por Marcos Ruipérez, profesor de OBS Business School. En él, el experto en energía renovable desgrana los problemas a los que se enfrenta la industria que apuesta por esta alternativa para reducir las emisiones de CO2.
«Se ha creado una sobreexpectativa de la que han nacido muchísimos proyectos con la esperanza de que se desarrollara un mercado que no ha aparecido como tal. Ha habido mucha gente que ha orientado los proyectos a lugares donde la Comisión Europea no cree que sea la aplicación correcta», explica Ruipérez a Economía Digital.
El informe destaca que el salto de los laboratorios a la industria ha querido ser tan disruptivo y rápido que la tecnología no estaba preparada para la producción en masa con rentabilidad. «Esa es la razón principal por la que a día de hoy no vemos en construcción los proyectos prometidos hace tres años», explica.
Más de la mitad de los proyectos no se van a realizar
En este sentido, el autor asegura que el hidrógeno no es competitivo en ninguno de los sectores en los que postula a ser una alternativa, por lo que considera que sólo el impulso público mediante subvenciones a la implantación o penalizaciones a las alternativas puede hacer atractivos los proyectos de hidrógeno para los inversores.
«Sin subvención o sin cupo, compitiendo de igual a igual con otros, los proyectos de hidrógeno verde no son rentables. Ahora se está viendo una cierta criba de los proyectos, que van avanzando y nunca encuentran el momento de realizarse porque no encuentran rentabilidad», señala Ruipérez.
Es por ello que muchos de estos proyectos no sobrevivirán. «La Comisión Europea está planteando unos cupos y unas obligatoriedades en ciertos mercados y a partir de ahí se cribarán proyectos que sean más óptimos para el mercado, pero dentro de un marco en el que más de la mitad de los proyectos no se van a realizar», añade el profesor.
Los principales problemas que alude el informe son que en Europa no existen economías de escala ni fábricas de electrolizadores a un nivel suficiente que permita reducir los costes y hacer rentables los proyectos. Además, las condiciones del mercado no son favorables al pues los precios de los combustibles fósiles siguen siendo bajos, lo que impide que el hidrógeno alcance la paridad de mercado.
«Todo esto hace que los proyectos no sean rentables sin subvenciones en la actualidad, lo que ha llevado a que muchos proyectos estén anunciados pero paralizados, a la espera de condiciones de mercado más favorables o de mayores subsidios», refleja el documento de OBS Business School.
Los costes los acaba pagando el ciudadano
Paralelamente, la Unión Europea está avanzando en restricciones, penalizaciones y obligaciones. Se está impulsando el hidrógeno verde mediante subvenciones, pero en una segunda etapa se exigirán objetivos específicos y se impondrán cuotas obligatorias de combustibles sintéticos para aviones y barcos, y se requerirá el consumo de hidrógeno verde por parte de los actuales consumidores de hidrógeno gris.
Si bien todo esto esta por definirse, el experto señala que, de hacerse correctamente, estas medidas darán un impulso definitivo al mercado del hidrógeno verde, ya que la Comisión Europea estará creando un mercado específico donde el precio no necesariamente competirá con los combustibles fósiles.
No obstante, Marcos Ruipérez asegura que los costes de impulsar esta alternativa renovable los acabará pagando el ciudadano de una forma u otra. «Si tu tienes una tecnología que vale un 50% más que la normal y se subvenciona para que el coste sea el mismo, el ciudadano está pagando ese sobrecoste en forma de impuestos. Si lo que se plantea es un cupo, como lo que se va a hacer ahora, para usar esta materia prima en un porcentaje en determinadas industrias, las empresas subirán los precios», detalla.
La competencia de China supone una amenaza
Por si fuera poco, en esta industria Europa también se enfrenta a la competencia de China, país con el que se están dando tensiones comerciales y en materia de aranceles en los último meses. En este caso, es la irrupción de electrolizadores (los aparatos que permite producir hidrógeno mediante un proceso químico) más baratos los que complican la competitividad de la industria europea.
Según el informe, existe una diferencia de hasta cuatro veces en el costo que podría cambiar el panorama por completo. Si bien los análisis indican que producir hidrógeno verde en el mercado libre no es rentable, indica el informe, «una reducción significativa en los costos podría cambiar esta situación».
La clave en este caso será la regulación europea que marque las condiciones en los proyectos que utilicen tecnología china, especialmente a la hora de optar a subvenciones o sufrir aranceles extra.
«Al final sobrevivirán los proyectos que mejor posicionados estén, no los mejores necesariamente, sino una mezcla. Los que estén mejor posicionados tanto en costes como en financiación pública. Hay muchos proyectos que no se van a ejecutar porque no se tienen que ejecutar y no recibirán dinero público», concluye Ruipérez.