El Gobierno teme una «escalada de precios» si la UE no cierra un acuerdo sobre aranceles con Trump
El Ejecutivo tiende puentes con el PP de cara a la aprobación del Real decreto que desarrollará las medidas de respuesta a la guerra comercial de EEUU
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen; y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. ECONOMÍA DIGITAL
El Gobierno de Pedro Sánchez teme una «escalada de precios y empobrecimiento» si la Unión Europea no cierra un acuerdo con la Casa Blanca sobre los aranceles del 20% que ha impuesto el presidente Donald Trump a los productos europeos, un escenario que ahora mismo parece alejado y que aboca a una guerra comercial total con Estados Unidos.
El Ejecutivo aprueba este martes su «red de seguridad» ante la crisis arancelaria, el llamado Plan de Respuesta y Relanzamiento Comercial que ya desgranó Sánchez ante los sectores afectados el pasado jueves y que ha permitido que La Moncloa tienda puentes con el PP, con varias conversaciones entre el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, y el responsable económico de Génova, el vicesecretario Juan Bravo.
Fuentes gubernamentales subrayan que el escenario «prioritario» es cerrar un acuerdo comercial con Estados Unidos que evite las tarifas. De hecho, la Comisión Europea puso encima de la mesa negociar «aranceles cero» a los bienes industriales antes del Día de la Liberación (el pasado miércoles), pero no hubo una «respuesta adecuada», dijo este lunes la presidenta Ursula Von der Leyen, en declaraciones a los medios de comunicación.
El acuerdo entre la Casa Blanca y la UE sería «la mejor solución para todos», indican las mismas fuentes del Gobierno, ya que un conflicto comercial no es bueno para nadie y supondría un fuerte golpe para la economía. Con todo, de no haber pacto, la respuesta europea sería «firme y proporcionada».
Según indican otras fuentes del Ejecutivo, el ministro Cuerpo, que participó este lunes en una reunión de titulares de Comercio europeos en Luxemburgo, ha remitido un análisis pormenorizado a la Comisión de todos los sectores que podrían verse afectados por las tarifas, en un intento por diseñar medidas que limiten los efectos para la industria, a la vez que se tienen en cuenta esas importaciones de carácter estratégico que son difícilmente sustituibles.
El Gobierno español adoptará su parte del «doble paraguas» de seguridad este martes y tendrá en cuenta algunas de las aportaciones del PP, que este lunes presentó sus propias diez propuestas para ese Plan de Respuesta Comercial.
El Ejecutivo quiere cuidar al PP en esta crisis comercial ante la necesidad de «trabajar con unidad y con visión de Estado». El ministro Cuerpo, que ya mimó a los ‘populares’ en la ronda de grupos parlamentarios al llamarlos antes que al resto y en una fecha diferenciada, volvió a hablar este lunes con Bravo.
El Gobierno ha puesto encima de la mesa ayudas al tejido productivo por valor de 14.100 millones de euros, entre avales del ICO y fondos europeos del Plan de Recuperación, que redirigirá para tratar de reconvertir a los sectores más afectados (singularmente, el automóvil) y encuadrarlo dentro de las nuevas necesidades europeas en este nuevo marco geopolítico (defensa, transición energética…).
No se descartan medidas adicionales, ya que tanto el Ministerio de Economía como la Oficina Económica de Presidencia del Gobierno siguen minuto a minuto la situación financiera y la afectación de la guerra comercial, que singularmente ha hecho que se desplomen las bolsas desde su anuncio el pasado miércoles.
El plan se irá adaptando sector por sector y región por región si es necesario, aseveran fuentes de La Moncloa, en un diálogo permanente con los grupos parlamentarios y con las comunidades autónomas. De hecho, Cuerpo comparecerá este miércoles en el Congreso de los Diputados y el jueves se reunirá con los ejecutivos regionales para abordar la respuesta a la crisis arancelaria.
Mientras, Sánchez ultima los preparativos para su gira por Asia, donde acudirá a Vietnam y China, con el objetivo de cerrar el roto comercial de más de 42.000 millones que hay con ambos países. Si bien desde Presidencia del Gobierno tratan de sacar de la ecuación los aranceles de Trump, lo cierto es que ambas potencias son de las más golpeadas por las tasas y la apertura de los mercados allí permitiría compensar, en parte, los efectos de un cierre en Estados Unidos.
Para España también resulta clave la rúbrica del pacto con Mercosur, que permitiría abrir un mercado de 268 millones de personas y que tendría ventajas para algunos de los sectores más afectados por la decisión de Trump, como el vino y el aceite de oliva, ya que ambos van a ver una desaparición progresiva de las barreras en cuanto entre en vigor.