El Gobierno enfría las previsiones de empleo y paro con los Presupuestos de 2025 en el aire

El Ejecutivo recorta en cuatro décimas la creación de empleo prevista para este año y modera la proyección del paro. El objetivo es llegar a los 22 millones de ocupados en 2025

El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, durante una rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. Diego Radamés / Europa Press

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El Ministerio de Economía ha actualizado las previsiones para la economía después del empujón que supuso la revisión de la Contabilidad Nacional por parte del Instituto Nacional de Estadística (INE), colocando el producto interior bruto (PIB) de nuestro país un 1,1% por encima de la marca que teníamos hasta ahora.

Sin embargo, y a pesar de que las previsiones del departamento de Carlos Cuerpo arrojan un robusto crecimiento de la actividad para los próximos años, las nuevas cifras presentadas por el Gobierno muestran un comportamiento menos dinámico en el empleo del que habían previsto hace solo dos meses.

Así, si hace solo dos meses el Ejecutivo confiaba en que la ocupación (medida en términos de Encuesta de Población Activa) aumentara un 3% este año, ha rebajado sus expectativas y proyecta un avance del 2,6%. Cuatro décimas que, en este caso, resultan fundamentales. Porque si bien mejora en una décima el escenario para los dos próximos ejercicios (2,5% y 2,2% más de puestos de trabajo, respectivamente), arroja un cierto enfriamiento que también se traduce en la tasa de paro.

La tasa de desempleo caerá menos que lo anticipado en julio. Entonces, los técnicos de Economía proyectaban que el paro, en términos de la EPA, se situaría en el 11,1% este año, para bajar al 10,2% en 2025 y cerrar en el 9,6% en 2026. Una cifra relevante, ya que suponía situarlo por debajo del umbral del 10% por primera vez desde la crisis del 2008.

El Gobierno mantiene la ambición de culminar la legislatura cerca del pleno empleo, una referencia más académica que objetiva, que en el caso español estaría en torno al 7 o el 8% de desempleo. Sin embargo, la nueva senda prevé un descenso del paro ligeramente más suave, de una décima inferior en cada ejercicio: el 11,2% para este año; el 10,3% para 2025 y el 9,7% para 2026. Aunque el Gobierno no ha incluido la proyección para 2027 como sí hizo en julio, este relajo de una décima dejaría en aquel año la tasa de desempleo en el 9%.

Con todo, el objetivo del Gobierno sigue estando en que el año que viene el mercado laboral español alcance los 22 millones de ocupados, todo un hito después de que el año pasado se superaran los 21 millones.

En una entrevista radiofónica, el ministro Carlos Cuerpo quitó relevancia a esta revisión a la baja de las previsiones de empleo, asegurando que la nueva serie de la Contabilidad Nacional había arrojado más empleos de los estimados anteriormente -160.000 puestos de trabajo- y que la menor bajada del paro se debía a los flujos de población. «Tenemos un aumento de la población que está entrando en nuestro mercado de trabajo y esto hace que haya que revisar la tasa de desempleo», explicó.

Este cuadro macroeconómico es relevante ya que es la referencia con la que el Ejecutivo elaborará los Presupuestos Generales del Estado para 2025. Y este mayor crecimiento también da un margen fiscal mayor para diseñar un techo de gasto convincente para los socios y un ‘colchón’ que permita diseñar una senda de estabilidad ligeramente diferente que atraiga a Junts al acuerdo.

El Ministerio de Hacienda decidió retirar del trámite parlamentario los objetivos de estabilidad para evitar una segunda derrota en el Congreso y para darse un mayor margen para negociar con sus socios. Ahora, el Gobierno debería aprobar otro techo de gasto y otra senda de estabilidad (que podría ser la misma) para volver a mandarla al Congreso, aunque todo indica que la vicepresidenta María Jesús Montero valora cambiar las cifras para atraer a los posconvergentes.

Según los cálculos de CCOO, solo con la actualización de la Contabilidad Nacional el Ministerio de Hacienda podría elevar en 5.000 millones el techo de gasto previsto para este año, hasta los 204.331 millones. Además, como el déficit del año pasado fue menor del esperado (3,55%), el esfuerzo fiscal para el año próximo podría ser menor, dando más manga ancha a CCAA y Ayuntamientos. Y al acuerdo con Junts.

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