El Gobierno destina 100 millones para el Perte Agroalimentario II
La adjudicación será por concurrencia simple, lo que agilizará el cobro de estas ayudas
El Ministerio de Industria y Turismo ha lanzado a información pública la orden de bases que regulará el Plan Estratégico de Recuperación y Transformación Económica (Perte) Agroalimentario II, que estará dotado con 100 millones de euros de ayudas directas al sector, informa EuropaPress.
En concreto, en esta ocasión el proceso de adjudicación será por concurrencia simple, lo que significa que conforme vayan entrando los proyectos, se irán aprobando y pagando.
El Gobierno ha precisado que esto implica una agilización en el cobro de las ayudas, que irán destinadas a proyectos individuales y a una nueva línea de apoyo a pequeñas y medianas empresas destinados a la inversión en activos materiales e inmateriales relacionados con el proceso de producción del producto o productos en el ámbito de la industria agroalimentaria, según recoge la orden.
Industria trabaja para que el plazo de ejecución de estos proyectos sea de dos años a partir de la resolución definitiva de las ayudas. Las garantías, según la orden de bases, serán de un porcentaje de la ayuda y dependerá de la solvencia de la empresa.
De esta forma, las ayudas de esta convocatoria del Perte Agro van dirigidas a sociedades mercantiles privadas, cooperativas y sociedad agrarias de transformación que desarrollen una actividad industrial.
El objetivo de esta nueva línea de ayudas es seguir apoyando la transformación, la sostenibilidad y la modernización de la industria del sector agroalimentario.
La primera edición del Perte Agro adjudicó un total de 182 millones de euros que ha tenido una gran capilaridad en el conjunto del territorio, ya que las ayudas han alcanzado a más de 286 proyectos primarios, de 224 empresas, con actuaciones en 14 comunidades autónomas.
El Gobierno ha reiterado que «da una importancia absoluta» al sector agroalimentario, que trabaja a diario para garantizar el suministro de productos de primera necesidad y también la seguridad alimentaria, favoreciendo la reindustrialización en todas las regiones.