Funcas coloca a la agricultura española con una productividad equiparable a la de Alemania y Francia
El informe analiza los condicionantes económicos que impactan en la cadena alimentaria y los tres retos a los que se enfrenta el sector en España
Un reciente estudio de la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas) ha arrojado luz sobre la productividad en el campo español, revelando una sorprendente equiparación con potencias agrícolas como Alemania y Francia, a pesar de tener costes salariales significativamente más bajos.
El análisis, publicado en el último número de ‘Papeles de Economía Española’, ha identificado tres desafíos clave a los que se enfrenta el sector agrario en España: la evolución de los precios, la transición hacia la sostenibilidad y el cambio tecnológico.
Según el informe, el peso económico y laboral del sector agrario español se mantiene en niveles comparables a los países desarrollados desde hace años. Sin embargo, la productividad del trabajo en el sector sigue siendo inferior a la media agregada, con una mayor proporción de empleo que no contribuye significativamente al valor añadido bruto.
A pesar de estas cifras, España demuestra una especialización agraria en el contexto de la Unión Europea, con un peso sectorial en el empleo que supera al alemán y al francés, y se asemeja al italiano.
Además, también destaca la dualidad del sector agrario español, dividido en dos grupos claramente definidos: uno mayoritario, compuesto por pequeñas explotaciones con bajos niveles de productividad y dependencia de rentas no agrarias, y otro minoritario, con el 10% de las unidades productivas que genera la mayoría de la producción agraria con altos niveles de productividad y tasas salariales.
El estudio revela el impacto externo en el aumento de los precios
Funcas ha realizado un análisis exhaustivo sobre el aumento de los precios de los alimentos durante períodos inflacionistas. Según los investigadores, «la falta de evidencia empírica sólida ha dificultado llegar a una resolución en este debate».
En algunos casos, los aumentos de precios están directamente relacionados con incrementos en los costos de producción o condiciones climáticas adversas, lo que impacta en los márgenes comerciales. Sin embargo, hay situaciones donde los precios de los productores aumentan menos, son los márgenes los que experimentan un crecimiento más acelerado.
El análisis ha destacado que una parte significativa de la inflación de alimentos no es exclusivamente interna, sino que proviene de factores externos, como conflictos geopolíticos como la guerra en Ucrania o condiciones climáticas extremas, como sequías.
Estos hallazgos han sugerido una interconexión entre los mercados alimentarios globales y locales, lo que plantea desafíos adicionales para comprender y abordar las fluctuaciones de precios en el sector alimentario.