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El candidato a presidir el FROB asegura que no intervendrá en la gestión de CaixaBank
El presidente del FROB, Álvaro López Barceló, asegura que la entidad tampoco toma decisiones sobre la elección de la sede social del banco
El futuro presidente del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), Álvaro López Barceló, afirmó este martes que, como accionista de CaixaBank con un 17,3%, «no se interviene en la gestión ordinaria» de la entidad, «incluido cualquier asunto relativo a la sede», y que tiene «máxima confianza» en la gestión del banco.
Así lo dijo el nuevo presidente del FROB en su comparecencia en el Congreso de los Diputados a propósito de su nombramiento para ocupar un organismo que venía presidiendo Paula Conthe hasta ser nombrada recientemente secretaria general del Tesoro y Financiación Internacional. En cambio, Álvaro López ejercía como director general del Tesoro y Política Financiera hasta que fue nombrado presidente del FROB por el Gobierno la semana pasada.
Al ser preguntado sobre los planes del FROB para la participación en CaixaBank, después de haber contratado un asesor financiero para la venta, López respondió que tienen un «mandato claro de desinversión» antes de que expire el plazo legal, actualmente establecido en diciembre de 2025 después de haberse alargado en varias ocasiones, al tiempo que se compatibilice con «la maximización de la recuperación de las ayudas públicas que se concedieron».
Puntualizó que se buscará el incremento del valor de la participación «cuando se escoja el momento, el instrumento y el tipo de operación» de desinversión, «teniendo en cuenta no solo el valor de la acción en un momento dado», sino también sus perspectivas de evolución futura.
El nuevo presidente del FROB afirmó que hace seguimiento de la participación como accionista «informado y responsable», tiene una consejera dominical en el banco y «no se interviene en la gestión ordinaria en el día a día de CaixaBank», que dijo que corresponde a los gestores, «incluido cualquier asunto relativo a la sede» social de la compañía.
Cabe recordar que el PSOE y Junts han pactado incentivar la vuelta a Cataluña de empresas que sacaron su sede social a raíz del procés, entre ellas, CaixaBank, que la llevó a Valencia, sin precisar en qué consistirían esos incentivos. La semana pasada, el presidente de la entidad, José Ignacio Goirigolzarri, fue preguntado por la posible vuelta a Cataluña en la rueda de prensa de resultados anuales y aseguró que tienen «vocación de permanencia» en Valencia, que es un lugar «equilibrado» y «cualquier lugar no reúne las condiciones de origen que tiene Valencia».
Sobre la gestión de la entidad, López resaltó que tienen «máxima confianza» en ella, en su capacidad para generar valor y potencial de la acción y la relación es «muy buena» y «fluida» con los gestores.
López señaló que de las ayudas públicas por la crisis financiera de 2012 ascendieron a 56.545 millones y admitió que «a día de hoy solo se ha recuperado una parte reducida» y la cifra final «dependerá críticamente de la desinversión en CaixaBank», sin aventurar números.
Por otra parte, sobre Sareb, sociedad que aglutinó los activos inmobiliarios tóxicos de los bancos durante la crisis y en la que el FROB posee un 50,14%, López también reiteró para esta entidad la «maximización» del valor económico y social. Citó que tienen tres líneas estratégicas: la desinversión de activos «tratando de maximizar el valor», la «maximización del beneficio social» de la cartera de Sareb y la inversión en capital y la gestión especializada de los activos.
Al respecto indicó que en vivienda asequible y social, Sareb tiene tres programas para movilizar 50.000 viviendas: uno dotado de 14.300 viviendas sociales para familias vulnerables que ya están ocupadas, otro con hasta 15.000 viviendas para construir para alquiler asequible y la puesta a disposición de las administraciones públicas de hasta 21.000 viviendas vacías para incorporarlas al parque público de vivienda social.