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El FMI mejora su previsión para España pero advierte que la fragmentación política «podría obstaculizar el crecimiento»
El FMI prevé que la economía española crezca un 1,9% este año y un 2,1% el que viene
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha tomado nota de la «resiliencia» de la economía española en 2023 y ha mejorado las previsiones de crecimiento del producto interior bruto (PIB) para este año, elevándolo en cuatro décimas desde su anterior proyección, hasta el 1,9%, aunque ha advertido de las consecuencias que puede tener el escenario político para la actividad a medio plazo.
En su informe sobre la situación del país publicado este viernes, la institución con sede en Washington concluye que 2024 y 2025 serán ejercicios de «crecimiento robusto», por lo que calculan que la actividad acelerará el año próximo hasta el 2,1%. Este avance estará fundamentado en la demanda interna, con un aumento moderado de los ingresos y una normalización de la tasa de ahorro de los hogares. Igualmente, el despliegue de los fondos europeos Next Generation EU y la relajación de la política monetaria (el BCE ya apuntó a un recorte de tipos en verano) podría provocar un repunte de la inversión privada.
Ahora bien, entre los riesgos a este crecimiento «vigoroso» hay uno fundamental, para los expertos de la misión que ha visitado nuestro país: «La prolongación de la fragmentación política interna podría obstaculizar la implementación de reformas estructurales y la consolidación de las cuentas fiscales».
Es decir, el escenario político, con un Gobierno de coalición sostenido por una compleja mayoría en el Congreso de los Diputados, «eventualmente podría terminar empeorando la confianza empresarial, la inversión y el crecimiento, sobre todo si las condiciones financieras se endurecieran».
En rueda de prensa para presentar el informe, el jefe de la misión del FMI enviada a España, Romain Duval, ha señalado que esta división política no está generando «preocupación» en los mercados financieros, aunque podría convertirse en un asunto relevante «si las condiciones financieras a nivel global se complican». «La razón por la que la mencionamos, entre otros, es porque hay una necesidad de consolidación fiscal sostenida en los próximos años», ha abundado.
El FMI recomienda un ajuste del 0,6% anual
En este sentido, y preguntado específicamente por la prórroga presupuestaria para este año, Duval ha negado un potencial efecto negativo en las políticas fiscales para 2024. A renglón seguido, el experto del FMI ha reconocido que sí pueda afectar a la consolidación fiscal a futuro, con una posición peor de cara a los próximos cuatro años fomentada por, de nuevo, esa fragmentación.
Según los cálculos de la institución, el ajuste necesario para los próximos años es del orden de 0,6 puntos porcentuales del PIB, coincidente con el recorte esperado para este año y el estimado que supondrá el nuevo marco de reglas fiscales.
La inflación se contendrá por los precios energéticos
Además, el FMI, cuya directora gerente es Kristalina Georgieva, apunta que entre los riesgos a la baja del crecimiento están también la infrautilización de los fondos europeos, el recrudecimiento del escenario geoeconómico o una desaceleración abrupta del crecimiento mundial o de la zona euro. Como amenazas al alza para los precios se encuentra un posible repunte de la energía o «un aumento más persistente de los costes laborales unitarios asociado con presiones salariales sostenidas o con un crecimiento más débil de la productividad».
El organismo calcula que la inflación va a seguir bajando en el bienio analizado, gracias a la reducción de los precios internacionales de la energía y la contención de las presiones salariales. Debido a la retirada de las medidas de apoyo contra la crisis energética y alimentaria se producirán «subidas puntuales», pero la inflación debería retomar la tendencia a la baja y situarse cercana al objetivo del BCE (2%) a lo largo del próximo año.
Si el empleo creció en 2023 a un ritmo del 3,2%, el FMI también proyecta que este año se crearán puestos de trabajo, aunque a un ritmo más moderado, a raíz de la normalización de los flujos migratorios. La tasa de paro, eso sí, se recortará «lentamente» hacia el nivel estructural del 11%.
Con respecto a las cuentas públicas, la institución calcula que el déficit se situará en el entorno del 3%, mientras que la deuda pública se estabilizará en el entorno del 104% sobre el PIB.